¿Qué ha cambiado en Sierra Norte desde su creación en 1999 hasta hoy?

Las bases permanecen inalterables, y éstas hablan de respeto al viñedo, de trabajo en equipo, de cultivo ecológico y de apostar por los varietales autóctonos. Pero evidentemente el proyecto ha madurado notablemente. Empezamos con los viñedos familiares en Camporrobles, y ahora hemos ampliado zonas de producción, a La Roda y a Jumilla, buscando nuevas variedades, climas? Lo que nos ha permitido en estos 17 años trabajar con cinco denominaciones de origen y tener un catálogo de vinos amplio con el que hemos llegado a buena parte de la península y a numerosos países en Europa, América y Asia.

Pese a ser una bodega relativamente joven, usted es la tercera generación de una familia estrechamente vinculada al viñedo...

Mi abuelo Miguel y Lorenzo, abuelo de otro de los socios de la bodega, fueron pioneros en plantar vid en la zona. Aunque es Heraclio García, hijo de Lorenzo, con su visión amplia, su apuesta por la modernización, la tecnología y la ecología, al que le debemos una parte importante de nuestras bases. La tercera generación de las dos familias, mi socio Lorenzo y yo, crecimos pegados al viñedo, al campo, yo de hecho estudié enología. Y en un momento dado ambos pensamos en dar salida a los viñedos familiares. Así fue como nació Sierra Norte, en casa y entre amigos.

Entre los grandes hitos de Sierra Norte se encuentra el lanzamiento de Pasión de Bobal. ¿Qué supuso este vino para la compañía?

Pasión de Bobal fue un proyecto muy meditado. Queríamos participar de algo que latía en aquel momento, dignificar la Bobal, que hasta entonces había sido uva de granel. Así que pensamos en hacer un monovarietal solo con Bobal y reivindicar nuestra pasión por esta uva incluso en el nombre del vino. Creo que fue una suma de factores: vino excelente, buen nombre, etiqueta acertada... Dimos en el clavo y tuvimos la suerte de que llamó la atención a algunos de los críticos más relevantes. Después vino la acogida por el consumidor, y a día de hoy, siete años después de su primera añada, sigue siendo nuestro buque insignia.

Desde 2011 han diversificado sus estrategias y actualmente producen vinos en La Roda, Jumilla y otras DO's españolas... ¿hacia dónde camina la compañía?

Hacia la consolidación de las nuevas zonas de producción, Jumilla y La Roda, que son las más recientes y donde estamos produciendo unos vinos de grandísima calidad. También estamos ahora mismo trabajando en un nuevo proyecto en Requena, que nos tiene muy ilusionados. Se trata de una nueva bodega de producción, junto a una bodega del siglo XIX, lo que nos va a permitir dentro de poco tiempo desarrollar un aspecto que hasta ahora nos faltaba y que nos motiva mucho, el enoturismo.