Nacho Romero fichó hace unos meses por hoteles MYR, un grupo hostelero de reciente creación que amenaza con copar el mercado hostelero de alta gama de la ciudad. De momento ya han abierto Plaza del Mercado, en breve inaugurarán Marques House (un cuatro estrellas superior situado junto al palacio Marqués de dos aguas) y más tarde Palacio Vallier (un cinco estrellas junto al Palau de la Generalitat). Para el 2020 proyectan un cuatro estrellas superior en lo que todavía es la sede socialista en Blanquerías.

La cadena es nueva, pero la apuesta es fuerte y para dirigir la oferta gastronómica Fidel Molina (propietario e inversor) confía en Nacho Romero. La joya de la corona, desde el punto de vista gastronómico será el Café Madrid (que inaugurará en unas semanas), y para dirigirlo Nacho pensó enseguida en Ivan Talens (el mejor coctelero de la Comunitat Valenciana). Para Iván el proyecto es un regalo. Un escenario icónico y una empresa dispuesta a ponerle los medios necesarios para que se convierta en un lugar de referencia a nivel nacional. Sólo la estación de coctelería ( el altar donde oficia el coctelero) cuesta más que la cocina de un restaurante de autor. Además abrirá con 6 barmans de primer nivel reclutados entre lo mejorcito del país, 400 referencias líquidas, 26 cócteles de receta propia€ Pero lo mejor es que uno entra en este espacio y se reencuentra con las sensaciones que vivió en sus años de universitario cuando buscaba en el Agua de Valencia del Café Madrid un aire de intelectualidad romántica que le hiciera sentirse interesante. Alrededor de la coctelería Nacho diseñará un restaurante con platos del mundo, frescos y ligeros, pensados para acompañarse con un buen trago.

Por ahora, Nacho Romero empieza en el Rincón del Mercado. Es un bar mediterráneo situado justo enfrente del Mercado Central. Estando donde está, uno teme lo peor. Pero Nacho se lo ha tomado en serio. Ofrece una colección de tapas tradicionales, sin innovaciones ni puntitos creativos. Algunas son muy buenas, en otras se delata una cocina en rodaje. Muy buenas son sus croquetas (tanto las bacalao como las de jamón), el esgarraet y una ensaladilla tan rica y sabrosa que hacen prescindibles los langostinos que lo adornan. También es bueno su calamar rebozado y el all i pebre. Menos acertada está su titaina (con un tomate tan concentrado que pierde el gusto de la hortaliza) y una paella que está bien cocida pero sólo tiene sabor a romero.

Rincón del Mercado tiene detalles que pulir (empezando por un servicio que no parece feliz con su oficio), pero de momento ya le podemos agradecer que ofrezca al turista una imagen digna del tradicional tapeo español. Esperamos con ansia la apertura del Café Madrid y ese restaurante de producto que Nacho promete para el Palacio Vallier.