Cuando hace cinco años salió el primer Casa Los Frailes 1771 marcó la diferencia con un estilo propio, diferente a los vinos tintos con crianza de la zona. En la etiqueta aparece un fragmento de la escritura de compra de la finca conocida como Casa los Frailes con fecha de 1771, adquirida por la familia Velázquez a Carlos III en pública subasta tras haber sido expropiada a la Compañía de Jesús y expulsados los jesuitas de España.

Miguel Velázquez y su hermana Mª José, actuales responsables de la firma, se han dedicado por completo a mejorar sus vinos cada cosecha y a conocer en profundidad los suelos de sus parcelas. En los últimos tiempos han llevado a cabo un exhaustivo estudio del subsuelo de las 162 hectáreas que conforman la unidad agrícola de la finca, fruto del cual han hecho tres vinos de parcela, los Caliza, Dolomitas y Rubificado, todos de Monastrell. Este trabajo les ayuda a decidir el momento de la vendimia en cada rincón de una misma parcela para otros vinos, como los Trilogía, Bilogía, o el Moma dels Frares, entre otros.

El Casa Los Frailes 1771 Viñas Viejas 2015 acumula la experiencia de sus añadas anteriores que suma a una vendimia de gran calidad. Entre otros factores, la mitad de las barricas de 700 litros de roble francés ya son de segundo uso, «lo que da al vino dulzura sin los tostados de las maderas», comenta Miguel. Antes del embotellado el vino reposa en los depósitos originales del siglo XVIII.

Casa Los Frailes 1771 tiene una capa de color abierta, aromas delicados a violetas y flores secas, fruta roja madura, cerezas, especias dulces, con un toque terroso y agradable matiz licoroso. En boca es fresco, elegante, con tanino fino, cuerpo ligero, sabroso y penetrante. Un tinto que parece de latitud más nórdica, aunque es de corazón Mediterráneo.