Los vinos espumosos etiquetados con el sello de la Denominación de Origen Protegida Valencia siguen mejorando sus cifras de consumo en el mercado, y en la última campaña han experimentado un crecimiento de las ventas superior al 15%, situándose cerca de los cuatro millones de botellas. Para el presidente del Consejo Regulador, Cosme Gutiérrez, las bodegas que apuestan por este tipo de vinos han encontrado «una alternativa para un consumidor que busca una oferta enológica diferente, atraído por un producto de calidad y que además incorpora un packaging muy atractivo, con etiquetas muy frescas y modernas que suponen un aliciente más para atraer a perfiles de consumidores que buscan nuevos productos».