La cuenta atrás para la salida del Mundial de Medio Maratón de València entra hoy en su recta final. Es la hora de llenar hasta arriba los depósitos de hidratos de carbono. De preparar el plato de pasta de esta noche (¿algún corredor, de élite o popular, no cenará hoy pasta?) y de repetir mañana al mediodía, quizá con algo de carne blanca o pescado. A una media maratón, como en la larga distancia, hay que llegar con los deberes hechos: el entrenamiento, y por supuesto, la alimentación de los últimos días. La de hoy y de mañana es fundamental. Lo dicen todos los expertos. Nada de grasas ni de azúcares saturados. Comida calórica, pero basada en los hidratos de carbono, la gasolina necesaria para este tipo de distancias.

El parte meteorológico no presenta el día ideal para disfrutar de los 21 kilómetros, pero que nadie se asuste. No se prevé lluvia por la tarde, pero sí acompañará el viento en algunos tramos de la carrera. Según aemet.es, soplará aire del noroeste, de unos 40 kilómetros por hora. Se notará sólo en algunos tramos, teniendo en cuenta que el recorrido está diseñado para proteger al máximo a los corredores del elemento meteorológico que más molesta a los corredores. Tranquilos, en algunas partes ni se notará. ¿Lluvia? Puede que caigan algunas gotas por la mañana. Pero por la tarde, a la hora de la carrera, las posibilidades son muy remotas.

El recorrido del Mundial de Medio Maratón ya es, de por sí, una excelente noticia para los más de 14.000 participantes, élite y populares. Es un circuito para disfrutar plenamente de la ciudad, sobre todo la segunda parte. Además, al celebrarse por la tarde, un sábado, la animación está asegurada. Aquellos que ya han corrido por València, ya lo saben: la gente se vuelca con los corredores.

La primera parte del recorrido, una vez se haya tomado la salida en el Puente de Monteolivete, es más abierta. Ahí se sufrirá más el viento, no hay duda. La carrera nos lleva hacia los distritos marítimos, Tarongers y Blasco Ibáñez, para luego remontar el antiguo cauce del río Turia hasta el puente de las Glorias Valencianas (Nuevo Centro), para dirigirse hacia el centro de la ciudad.

Hay muy buenas noticias a partir de entonces: llevaremos más de la mitad de la carrera (12,8 kilómetros); las calles, más estrechas, nos protegerán del viento; y encontraremos al gentío alentándonos como trastornados. Es el momento de levantar la cabeza y disfrutar del momento.

En unos kilómetros enfilaremos la calle de la Paz, pasaremos por la plaza del Ayuntamiento y entraremos en la calle Colón, donde la carrera adquiere el formato del Tourmalet por la cantidad de gente que nos empuja. Eso será antes de coger Jacinto Benavente en dirección hacia la meta de la Ciudad de las Artes y las Ciencias.

El circuito estará cortado al tráfico desde dos horas antes del inicio (sobre las 15 horas), salvo cruces transversales, hasta las 21.30 horas, aproximadamente.