Me llenó de indignación y vergüenza la actitud del abad de la Seo de Xàtiva al no dejar el templo (que no es suyo) para un acto específico para la Virgen como es la ofrenda de flores. Un acto en el que participan personas de todas las edades y para el que, debido a las inclemencias del tiempo, se pensó en cambiar de ubicación.

Me molestó que pusiese vallas dentro de la iglesia, impidiendo acceder a los bancos e imposibilitando a la gente utilizarlos ni poderse resguardar del frío y del agua, y limitando el espacio a los falleros a unos muy pocos metros de la entrada de la Seo, donde, además, no había más que un foco de luz iluminando la imagen que habían instalado allí los alets. Cuando se supone que Iglesia somos todos.

Este acto debía haber quedado muy digno, haciendo la ofrenda en el altar mayor, con las luces encendidas. E incluso se podía haber cantado el Himno a la Virgen al finalizar, ya que sera una ofrenda a ella. En fin, no creo que esta actitud beneficie a nadie ni que esté muy de acuerdo con la doctrina de la Iglesia. María Vicenta Daroqui. Xàtiva.