El otro día vi un espectáculo lamentable y bochornoso. En la vía pública una señora entrada en años (posiblemente más de 80), cayó al suelo llorando desconsoladamente y rodeada de inmediato de numerosa gente que con solidaridad la atendió debidamente. Después de comprobar que no tenía lesión alguna, sino un tremendo susto se pusieron a adecentarla ya que estaba cubierta, vestido y manos, de algo que defecan los perros€.

Un dueño de can no tuvo la delicadeza de retirar de la acera algo que podía haber costado muy caro a cualquier persona: fue el culpable. Me pregunto si estas personas tienen algo de moral para obrar como lo hacen en lugar de hacerlo debidamente y evitar tan malos tragos a sus vecinos. O ¿acaso creen que el mundo es cualquier cosa y les ha permitido hacer lo que les da la real gana?

Si tuviéramos la paciencia para darnos una vueltecita por toda la ciudad, nos daríamos cuenta que no sólo se dan estas cosas en cuentagotas, sino que son en serie. Vamos, señores y señoras dueños de perros, cuando tengan que sacar a sus mascotas para hacer sus necesidades, lleven también los pertrechos para atenderlos y así evitar posibles desgracias. A ustedes no les agradaría que los demás hicieran lo mismo. Enrique Sanvalero. Valencia