En las últimas semanas me he visto en la necesidad de utilizar varios días los servicios de la línea 67 de la EMT de València. Y no puedo dar crédito al caos en el servicio. Resulta para mí incomprensible que mientras esperaba en la parada la llegada del autobús, en sentido contrario llegaran a pasar hasta tres vehículos de la línea y ninguno en el sentido en el que yo aguardaba. ¿No se supone que exite un centro de control que regula los horarios y las frecuencias de paso? De esta forma resulta, además, completamente inútil la información «actualizada» que facilita la app de la empresa sobre la previsión de paso de los vehículos. Y además, todo para que, luego, lleguen dos vehículos seguidos, pegadito el uno al otro... Andrés Morocho. València.