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El Ayuntamiento de Castelló anunció ayer que los niveles de ruido en las zonas de ocio nocturno de Lagasca y Tenerías se mantienen por debajo de los máximos exigidos por la Ley y no será necesaria la declaración de Zona Acústicamente Saturada (ZAS), medida que hubiera supuesto la restricción de horarios y la suspensión de nuevas licencias.

Así lo confirmó ayer el concejal de Sostenibilidad, Gonzalo Romero, que expuso los resultados de las mediciones llevadas a cabo por el consistorio en cumplimiento de la sentencia que ganó el colectivo Castelló Sense Soroll.

Esta asociación denunció que el ayuntamiento había incumplido su compromiso plenario de realizar las mediciones necesarias para comprobar la necesidad o no de declarar el entorno de Lagasca zona ZAS.

El fallo judicial, fechado el pasado 2 de febrero, obligaba al consistorio a cumplir su acuerdo plenario del 30 de noviembre de 2006 y "proceder a la realización de las mediciones necesarias para determinar la contaminación acústica existente en el entorno formado por las calles Lagasca, Marqués de la Ensenada, Obispo Salinas, Tenerías y Avenida Hermanos Bou al objeto de declarar, si procede, el referido ámbito como Zona Acústicamente Saturada". Dicho acuerdo se adoptó justo días después de que el Tribunal Supremo condenara a prisión al alcalde de Vila-real por ignorar las denuncias vecinales sobre la excesiva contaminación acústica de una industria cercana.

Los muestreos exigidos por la sentencia se tomaron durante los pasados meses de marzo y abril en distintos puntos de la vía pública próximos a los locales de ocio nocturno. Según Romero, ninguno de ellos alcanzó los límites máximos de 75 decibelios por el día y 65 decibelios por la noche.

De acuerdo con estos resultados, los picos más elevados de contaminación acústica se situarían entre los 56 y los 63 decibelios en la calle Tenerías y entre los 56 y los 60 decibelios en la zona de Lagasca.

Romero manifestó que se trata de una "muy buena noticia para la ciudad y para los jóvenes de Castelló. Pero, aún así, vamos a seguir trabajando con las empresas de ocio y con los usuarios y vecinos para poder reducir todavía más la contaminación acústica y compatibilizar el ocio con el descanso".

El edil de Sostenibilidad también insistió en que la declaración ZAS de Las Tascas y la Plaza Santa Clara "no es algo que desee este ayuntamiento y es una obligación legal". "Ha tenido que ser así de manera ineludible. Ni este concejal ni nadie puede hacer nada para evitar esta situación. Nos gustaría encontrar la fórmula y el ayuntamiento va a trabajar por reducir los niveles de ruido para que en la próxima revisión de la ZAS se puedan retirar restricciones, siempre con la premisa de respaldar la continuidad de Las Tascas". Romero se resignó a "cumplir la ley" y por el momento no se plantea proponer un cambio de la norma europea y autonómica.