La Agrupació Filharmònica Borrianenca vivió ayer el día más importante de la celebración de su centenario con la entrega de la Medalla de Oro de la Ciudad. El Ayuntamiento de Burriana celebró ayer un pleno extraordinario, con la presencia de la consellera de Cultura, Trinidad Miró, para reconocer la labor de la banda del municipio por sus cien años de música.

El salón de plenos se llenó de músicos y vecinos de la localidad que no se quisieron perder el momento de reconocimiento de una banda que participa de forma activa en todos los actos que se realizan en el municipio. El concejal de Cultura, Enrique Safont, hizo un repaso por la historia de la agrupación y reconoció que la ciudad "tenía una deuda centenaria por tantos años de buena música, de formación de los jóvenes burrianenses y por aportar un plus de categoría a los actos culturales, religiosos, sociales, festivos o de cualquier tipo".

La consellera, junto al alcalde, José Ramón Calpe, fueron los encargados de entregar al presidente de la agrupación, Miguel Rosado, la Medalla de Oro. Calpe agradeció que "son tantas las cosas que l'Agrupació Filharmònica Borrianenca nos ha dado durante estos cien primeros años de vida que es justo que ahora su ciudad le devuelva su gratitud a través de esta Medalla de Oro, que merecen cada uno de los presidentes y directivos, cada uno de los socios, cada uno de los directores y cada uno de los músicos que, durante estos cien años, han ido conformando esta entidad".

Una vez terminada la entrega de la medalla, la comitiva se trasladó hasta el nuevo local de ensayos de la agrupación musical, situado delante del Casal Jove. Los músicos se reunieron a las puertas del edificio para conocer su nueva sede, donde tocarán a partir de ahora. La sala de ensayos sirvió para los parlamentos de la inauguración del nuevo edificio.

El nuevo centro musical de una sola planta ocupa parte del patio del antiguo colegio público Hortolans, y consta de dos volúmenes diferenciados pero comunicados entre sí, uno principal para ensayos de la banda y otro de apoyo. El primero lo conforma una gran sala diáfana de 173,92 metros cuadrados útiles con capacidad para más de un centenar de músicos.

El segundo incluye los baños, un área de recepción, despacho, archivo, dos pequeñas zonas de estudio, un taller y un almacén. La principal mejora en el edificio es el proyecto de insonorización.