La consellera de Educación, María José Català, rechazó ayer cualquier negociación con los estudiantes sobre la subida de las tasas universitarias y ratificó ayer que elevará el precio de los grados a un 20% del coste real y el de los másters a un 40%. En otras palabras, el estudiante que este año está pagando 5.000 euros por cursar un postgrado pasará a tener que pagar tres veces más (14.000 euros).

Así lo confirmó ayer el portavoz del Consell d'Estudiants de la Universitat Jaume I, Sergio Toledo, que anunció que los alumnos de la Jaume I no aceptarán esta "injusticia" y llevarán a cabo "todas las movilizaciones y acciones posibles para parar un decreto injusto que sólo permitirá estudiar a quienes tienen dinero y obligará a abandonar a muchas personas que están estudiando". Según las estimaciones de sindicatos y profesores, la primera consecuencia será la caída de matriculaciones, la expulsión forzosa de estudiantes de familias humildes del sistema público y la condena a la desaparición de un número todavía impredecible de másters y titulaciones.

Este es el panorama que se presenta tras la reunión que mantuvo ayer la consellera de Educación, María José Català, con los representantes estudiantiles de las cinco universidades públicas valencianas, entre los cuales destacaba el presidente del Consell d'Estudiants de la Universitat Jaume I, Sergio Toledo.

El portavoz castellonense ya había advertido antes del encuentro que los portavoces estudiantiles no aceptarán el aumento de tasas universitarias públicas aunque se maquille con supuestas políticas de becas. A este respecto, Toledo subrayó que el supuesto aumento de ayudas de la Generalitat hasta los 16 millones es ficticio y no es más que una campaña de propaganda. "Tampoco nos sirve que la Generalitat Valenciana diga que va a subir el presupuesto autonómico para becas, porque es una subida ficticia, ya que los baremos impedirán que la gente pueda acceder a ese dinero y será simplemente un maquillaje contable no real". Este es el único punto en el que la consellera aceptó entablar negociaciones, aunque el Consell también desveló que apostará especialmente por el modelo de EEUU de préstamos a diez años.

Por su parte, la consellera destacó ayer que dejará "que sean los estudiantes los que propongan el criterio más justo para la concesión de becas" y añadió que el incremento "era necesario para mantener el mismo nivel inversor y de calidad de las universidades públicas valencianas".