Surgen contradicciones en la extraña muerte de Thaís Isazi Falomir, la joven castellonense de 23 años que supuestamente se suicidó en extrañas circunstancias en una celda de la cárcel peruana de Chorrillos-Santa Mónica. La madre de la víctima, Elizandra Falomir, insinuó ayer que los funcionarios no hicieron todo lo posible para salvarla. "Me han dicho que eso ha sido una negligencia, que a mi niña la sacaron viva de su celda o lo que fuera; que se la llevaron a la clínica y que allí no había asistencia. Y que en el hospital tampoco había asistencia ninguna".

Thaís cumplía penas de prisión desde el año 2009 tras ser acusada de tráfico de drogas. Era lo que se conoce como una "mula", o lo que es lo mismo, la transportista de un alijo de sustancias estupefacientes. Hoy su cadáver sigue en la Morgue de Lima a la espera de la autopsia.

La joven sufría una profunda depresión debido al estricto régimen disciplinario al que era sometida y a las duras condiciones de vida del penal limeño, donde algunos internos carecen de agua, luz y una cama para dormir.

En los últimos meses, Thaís había remitido varias cartas al Instituto Nacional Penitenciario de Perú (INPE) denunciando la difícil situación por la que atravesaba. Pero no recibía contestación. Abandonada por la diplomacia española, que tampoco supo hacer mucho para mejorar su "situación especial penitenciaria", y probablemente presionada por las bandas del narcotráfico que controlan las prisiones peruanas, decidió acabar con su vida ahorcándose en su celda con una sábana. En una de sus últimas cartas aseguraba que "pese al régimen actual que se imparte nos restringen nuestras visitas, horas del patio de nuestro pabellón y llamadas a nuestros familiares".

Una reclusa explicó además a una televisión local que Thaís se coló con una sábana en su celda huyendo de la disciplina del penal. El INPE, sin embargo, niega que la joven castellonense estuviera sufriendo malos tratos carcelarios e insiste en que los funcionarios la trasladaron al hospital María Auxiliadora de Lima, donde llegó ya sin vida.

No obstante, la madre de Thaís tiene otra versión: "Pusieron a las presas comunes con las peligrosas, les quitaron los beneficios como las llamadas y las salidas al patio. Ella decía que estaba muy angustiada porque estando allí no podía recibir ninguna visita, a no ser que fueran familiares directos, cosa que para ella era totalmente imposible, ya que estamos todos en España". La familia de Thaís tiene previsto llegar a Perú en los próximos días para pedir explicaciones a las autoridades locales y tratar de aclarar las circunstancias de la muerte de la joven.

Elizandra Falomir añadió que su hija falleció por "falta de atención, según la versión que me dieron otras reclusas testigos del hecho".

Posibles responsables

Mediante un comunicado, el INPE informó de que ha iniciado una investigación para encontrar a los "posibles responsables del fallecimiento de la reclusa española". El INPE precisó que la interna fue hallada el pasado domingo minutos después de la una de la tarde, "inconsciente y en el interior de su celda en el penal Anexo de Chorrillos, cuando el personal realizaba su ronda de seguridad". Thaís Isazi fue llevada al hospital María Auxiliadora de Lima, donde "se comunicó el fallecimiento de la interna", que ya no presentaba signos vitales. Luego, el cuerpo fue llevado a la Morgue Central para la autopsia. Las primeras versiones dadas por las mismas reclusas hablan de que Thaís se suicidió porque se "sentía abrumada por el régimen carcelario especial al que la sometían". Fuentes de la Oficina de Información Diplomática en España aseguraron a este diario que no facilitarán datos sobre el caso.