La formación de Compromís se enredó ayer al intentar relacionar la polémica de las maniobras aéreas del Ejército en Cataluña, en el marco del debate soberanista, con unos supuestos vuelos de aviones militares en Castelló.

Fue el coportavoz de Iniciativa en la provincia, Carles Mulet, quien alertó ayer de la presencia de aviones a reacción, "probablemente militares", sobrevolando a baja altura las comarcas del norte de Castelló. Mulet incluso adjuntó una grabación del ruido de las aeronaves y vinculó las presuntas operaciones con las de Cataluña.

El responsable de Compromís anunció que su formación pedirá por medio del diputado en el Congreso Joan Baldoví explicaciones el Gobierno. Incluso detalló un borrador de pregunta que narra que "durante la tarde y noche del 24 de octubre (de 21.30 a 22 horas aproximadamente), se pudo escuchar en buena parte de los municipios de las comarcas del norte de Castelló, el sonido de aviones a reacción, posiblemente militares, sobrevolando la zona a baja altura. Al tratarse de una hora en que el ruido ambiente es mucho menor, se creó cierta alarma social y desasosiego entre la población en una hora de descanso de la población. A los pocos minutos los aviones volvieron a pasar generando idéntico ruido".

Ante estos hechos, aseguró que su formación preguntará "a qué se debe el paso reiterado de aviones presuntamente militares a baja altura, en horas donde su impacto sonoro es más notable". También si "va a ser, a partir de ahora, una maniobra habitual del ejército" y si "no es posible hacer estas prácticas durante el día o, en su caso, desviando la ruta para minimizar las molestias sobre la población".

La batería de preguntas anunciada por el responsable provincial pilló por sorpresa al propio partido y al diputado nacional que en teoría tenía que tramitar la iniciativa, Joan Baldoví, que no tenía conocimiento de la denuncia de su compañero Carles Mulet. Ante el revuelo causado, este último tuvo que remitir una nota para aclarar que Baldoví no tenía nada ver con el asunto y que sólo pretendía proponer al diputado "que estudie el tema por si cree que merece la pena o no tratarlo". Mulet subrayó que la nota y valoración de los hechos fueron cosa suya y no de Baldoví.