El fenómeno de la emigración se acentúa en el colectivo de médicos en Castelló. En la última década han tramitado su marcha fuera de España 155 facultativos de la provincia, equivalentes al 6 % del censo de colegiados. La precariedad laboral fuerza a las nuevas generaciones a buscar un futuro mejor en otros países.
Para que un médico pueda ejercer en otro país tiene que obtener un certificado de idoneidad que expide el Colegio Oficial. Las cifras que maneja el de Castelló reflejan un goteo incesante, especialmente intenso en los últimos tres años. En 2007, el Colegio de Médicos sólo tramitó dos certificados de idoneidad. En 2011 fueron 13, que se elevaron a 38 en 2012 y 2013. El año pasado hubo 42 y en el primer trimestre de 2015 se han tramitado siete. En total, 155 profesionales (el 6 % del censo de colegidos, que ronda los 2.400) han hecho las maletas en busca de mejores oportunidades laborales en el extranjero. Muchos de ellos se han ido sin tener una plaza asegurada en el país de destino.
El presidente del Colegio de Médico de Castelló, José Antonio Herranz, no oculta su sorpresa al comprobar «cómo va aumentando el número de compañeros que optan por marcharse fuera y que están viendo otras salidas desgraciadamente fuera de nuestra provincia».
Herranz no duda a la hora de emitir un diagnóstico sobre la causa de esta diáspora: «Es la precariedad la que obliga a marcharse». En este sentido, las estadísticas arrojan un panorama pesimista para el colectivo. El «Estudio sobre la situación laboral de los Médicos en España», promovido por la Organización Médica Colegial, recoge que el 41,6 por ciento de los facultativos que trabajan actualmente en el Sistema Nacional de Salud (SNS) sin plaza en propiedad lo hacen con contratos precarios. Entre los contratos precarios, el que más prevalece es el de corta duración (menor a seis meses) que se da en el 19,3% de los casos; seguido del contrato a tiempo parcial (7,8%) y de guardias (6%). Castelló no es una excepción.
Pocos médicos
El presidente del Colegio Oficial de Castelló incidió en la paradoja de que los médicos, «que son lo que mueven la sanidad», representan una parte menor en las plantillas de los hospitales. «La realidad es que cada día necesitamos más profesionales porque la medicina se va especializando y hay más servicios. A pesar de ello, perdemos médicos: por una parte, del personal fijo que se va jubilando y que no se repone al 100 %; por otra, no se coloca a los nuevos. ¿Qué tiene que hacer el nuevo residente cuando termina? Pues buscar un trabajo fuera de aquí», sentencia José Antonio Herranz.
