E xtraña alineación ¡por Belcebú! la presentada ayer por la mañana en Getafe por el míster del Villarreal que dejó fuera del equipo hasta siete de los titulares que ridiculizaron al equipo que les paga en su partido contra el Español, el pasado jueves. Nunca sabremos -al menos no lo sabré yo- si las siete ausencias de ayer en Getafe eran para sentar la mano a los que jugaron el jueves o para que dado que habían tenido que jugar dos partidos en una semana les daba descanso, no fueran a desmoronarse del todo estos profesionales que acostumbrados como están a jugar una vez a la semana, en cuanto aparece una convocatoria más se cagan por la garrita abajo. Lo curioso del caso es que si todos fallaron el jueves, lo hicieronparticularmente Pina y Trigueros que volvieron a ser titulares ayer para estar tan mal, tan mal, tan mal, que dieron la sensación que seguían jugando el mismo partido del jueves pasado. Como facilidad añadida, Marcelino decidió jugar otra vez con dos laterales derechos, Mario y Rukavina, con lo que el ya escaso juego de ataque quedó si una mitad, porque Rukavina no aportó nada en ataque. El equipo está mal, permanece en un socavón hondo y oscuro desde hace ya cuatro o cinco semanas y el entrenador está igual o peor. Lo malo es que el partido de ayer, por mucho que el empate pueda dar ocasión a los responsables a justificarse por haber ganado un punto, no deja margen para las dudas. El Vilarreal está hecho unos zorros y lo peor es que no sabemos por qué o sí que lo sabemos, pero la excusa suena a poco. Para que nada falte Musacchio se volvió a lesionar y la sensación inicial es que el tobillo resultó muy tocado, a falta de lo que digan los galenos en cuanto llegue a sus manos. Ni Musacchio ni el Villarreal tienen suerte en las lesiones, que afectan además a jugadores importantes, digo de Bruno, el mismo Musacchio o Cherysev, de los que ahora mismo solo el hispano-ruso está en condiciones de ser utilizado. A este servidor de ustedes le gustó ayer por la mañana y es una rara avis, la actuación de Uche, entre otras cosas receptor de la falta que el árbitro señaló con penalti y autor del gol del Villarreal al transformar la falta máxima en el gol forastero.

Lo que le esté pasando al equipo sea lo que fuere no es nuevo, y no hay más que repasar el rendimiento del equipo en las segundas vueltas, lo que tal vez sea producto del cansancio acumulado por tener que disputar tres competiciones y tener que hacerlo al unísono. Ocurre sin embargo que no es solo el Villarreal quien lo hace, aunque sí destaque por aquel al que mayor factura pasa aparentemente y echemos un ojo al Sevilla o el Atlético de Madrid o el Barcelona que pelean por lo mismo pero a ninguno de ellos les pasa factura. Puede que dispongan de plantillas más amplias y con una calidad superior, pero en este caso estamos hablando más de condición física que de talento. Ayer por la mañana uno tenía una cierta amargura, incluso física, viendo los paseos a paso lento de Trigueros, las entregas al contrario de Pina o la presencia de Rukavinajugando por delante de Mario para tapar quien sabe qué, dejando sin provecho alguno la banda. Este equipo, que necesita a Moi Gómez y Cherysev como el comer se permite juegos malabares con ambos dos (ayer mismo no estuvieron juntos en el partido ni un momento) mientras ocurre otra cosa incomprensible, digo de la ausencia de Jonathan dos Santos en el centro del campo, que es su lugar natural para justificar su fichaje utilizándolo mayoritariamente como extremo que no es. La otra que dejó el partido de ayer fue permitir el remate del jugador del que, sin nadie que le marcara tuvo tiempo y espacio para rematar fuera del alcance de Asenjo. Así no se pueden ganar partidos, a salvo la idea de que un empate ante el Geta es un gran resultado, lo que es incierto.

La mona ha sido este año, respecto de los resultados del Villarreal la fiesta de la mediocridad de un equipo del que nos habían dicho por activa y por pasiva que disponía de una plantilla suficiente, de gran talento y perfectamente equilibrada, lo que puede que sea cierto, pero lo que resulta indiscutible es que no lo ha demostrado. Se le caen los palos del sombrajo con demasiada facilidad, ayer por la mañana mismo le marcaron un gol propio de un equipo aficionadoque pierde las marcas en el área propia sin razón alguna teniendo en cuenta que se jugaba ante un rival de escaso fuste. Si en lugar de enfrentarse al Getafe, se vuelve a topar con el Español encaja otra goleada, puesto que jugó igualito que el pasado jueves. Si no saben dar con la tecla y solo les queda rezar, hágase.