El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, mostró ayer su respaldo a la federación valenciana al iniciar en Castelló su gira por las ciudades españolas con motivo de las municipales y autonómicas de mayo. Sánchez puso a la capital de la Plana y a la Comunitat Valenciana como ejemplos del «cambio seguro» que, según señaló, van a liderar los socialistas. Sánchez reiteró su compromiso de volcarse en la Comunitat para ayudar a Ximo Puig a convertirse en el próximo president de la Generalitat.
El líder del PSOE desplegó una intensa actividad en Castelló, a donde llegó en su autobús de campaña para apoyar a la candidata a la Alcaldía, Amparo Marco. Sánchez apeló a la necesidad de «poner fin» a los años de gobierno del PP en la Comunitat, ya que «no ha respondido ni ha estado a las alturas que merecían los ciudadanos».
El líder socialista subrayó que su partido constituye la opción del «cambio seguro», mensaje que repitió en un encuentro con los empresarios de Castelló. Incidió en que el PSOE supone una vía intermedia entre los partidos «que se presentan con el discurso de regeneración» y los que lo fían todo a la economía. «Nosotros apostamos por un proyecto austero y riguroso que vincule la regeneración a la recuperación económica», explicó. El dirigente socialista recordó que el lema del PSOE para la campaña municipal es «gobernar para la mayoría» y «eso es a lo que aspiramos los socialistas».
Pedro Sánchez mantuvo un encuentro con Ampas y sindicatos del ámbito educativo. Según manifestó, «la educación es un derecho y durante estos tres años y medio de gobierno del Partido Popular, lo que han hecho Wert, Rajoy y también Fabra al frente de la Comunitat ha sido violentar ese derecho de garantizar una educación pública, de calidad, que sea universal para nuestros hijos».
Pedro Sánchez clausuró un foro sobre rehabilitación, enfocado al sector cerámico y al que acudieron empresarios, ante los que subrayó el hecho de que Castelló sea la segunda provincia con más paro en términos relativos.
El secretario general del PSOE ratificó la apuesta de su partido por la rehabilitación de viviendas como motor para la creación de empleo y fijó como objetivo pasar en una década de las 25.000 viviendas anuales rehabilitadas a las 200.000.
