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El sindicato de enfermería denuncia las «deficitarias» condiciones de la base SAMU

Los barracones han sido desratizados recientemente y el personal sanitario no dispone de agua potable Además, hay hundimientos de tierra

El sindicato de enfermería denuncia las «deficitarias» condiciones de la base SAMU

Sin agua, con ratas, rodeado de socavones y con un desnivel salvado con palets. Esta es la situación en la que se encuentra la base del Servicio de Atención Médica de Urgencia (SAMU) del Grau de Castelló y que el sindicato de enfermería Satse ha denunciado ante el Instituto Valenciano de Seguridad y Salud en el Trabajo (Invassat) de la Generalitat. La base se encuentra en estado «pésimo» y las condiciones, tanto de los barracones en los que el personal realiza las guardias como del terreno, son «deficitarias, insalubres y vulneran los más elementales principios de prevención de riesgos laborales». Es por ello que el Satse exige a la Conselleria de Sanitat que tome medidas al respecto o cambie la ubicación de la base de emergencias.

Desde el sindicato explican que la base del SAMU está instala en tres barracones que no disponen de agua potable, ni hornillo para calentar o preparar la comida, ya que las guardias son de doce horas y están alejados del centro urbano. Asimismo, el diferencial de la luz se encuentra a más de cien metros, tras una zona de escombros, «que necesariamente deben atravesar los trabajadores para alcanzarlo». «Es frecuente que, en plena noche, se dispare el diferencial y para restaurar la luz deben hacer un trayecto con riesgo, peligroso e incómodo», asegura Satse.

El acceso a los barracones tiene un desnivel y ha sido compensado con palets de obra que, «por razones obvias, no es la mejor opción, ya que ello no evita el riesgo de caída». Las casetas carece de los cerramientos adecuados y permiten el paso de animales y suciedad. De hecho, recientemente, «han tenido que ser desratizadas, al haber detectadas heces de roedores dentro del barracón».

En lo que respecta al terreno en el que se asientan las casetas, es un firme de tierra y cuando llueve se forman estancamientos de agua y barro que lo hacen impracticable. Se han hundido por tres sitios diferentes y, con el hundimiento de uno de agujeros, de más de cinco metros cuadrados, han quedado destrozadas las cañerías del barracón del SAMU y el colector de aguas de la playa. «La rotura del terreno ha partido las cañerías de las aguas residuales de los barracones y, en consecuencia, el hedor es insoportable, amén de la insalubridad», aseguran. Desde el Satse apuntan que, debido a esta situación, han proliferado los insectos —mosquitos y abejas, principalmente—, «lo que viene a dificultar y perjudicar todavía más las condiciones higiénicas del lugar».

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