En los años de bonanza económica, el Ayuntamiento de Castelló vinculaba parte de sus inversiones a la venta de patrimonio municipal. Presupuestaba con esta vía por encima de las posibilidades reales, y al final de cada ejercicio se quedaba un porcentaje importante de las inversiones sin cumplir. En los años de crisis económica, el consistorio ha ajustado a la baja esta alternativa, pero el importe que ha ligado a la venta de suelo público se ha quedado casi en su totalidad sin ejecutar. En enajenación para inversiones reales se presupuestaron 1,5 millones en 2014, de los que sólo se consiguieron 3.905 euros. De hecho, el patrimonio municipal creció el pasado año en cinco millones de euros, tal como constata el inventario del ayuntamiento. Sólo se dieron bajas por 400.000 euros, mientras se incorporó de alta el edificio de Huerto Sogueros.
