Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Un día con el aspirante

A la alcaldía en patinete

El concejal de Compromís ha presentado sus credenciales para ser el próximo alcalde de Castelló a través de un gobierno tripartito

Nomdedéu, en una entrevista en la televisión local. Angel sánchez

Sin tiempo de reponerse de la vorágine de la campaña electoral, el concejal de Compromís Enric Nomdedéu se zambulle en los preparativos de la negociación a tres bandas de la que saldrá el próximo gobierno municipal de Castelló y en la que Nomdedéu se postula para la alcaldía. Entre reunión y reunión, el nacionalista busca tiempo para recuperar la vida social y familiar que ha dejado aparcada en las últimas semanas. Las redes sociales son casi una adicción y el teléfono móvil su compañero inseparable.

El despertador suena pronto en casa de Enric Nomdedéu. Desayuna en familia y acompaña a su hija Gal·la, de 5 años, al colegio Bernat Artola, donde también trabaja como maestra su mujer Lizbeth. De la puerta de la escuela se va al ayuntamiento, donde tiene reunión con una delegación de la asociación de esclerosis múltiple. También hay que preparar el último pleno y comenzar a perfilar la nueva etapa, en la que Compromís tendrá un papel capital. En unas semanas Nomdedéu tendrá despacho propio, bien en la planta noble, donde se ubica la alcaldía, bien en el cuarto piso, que acoge la vicealcaldía.

A las 12 tiene entrevista en una tele local. El patinete es su medio de locomoción por la ciudad y una de sus señas de identidad. Dice que le ayuda a quemar calorías. Pese a la frenética campaña, se ha echado encima unos kilitos. Nomdedéu se promete salir de nuevo a correr.

Como es miércoles, comparte mesa y mantel con los amigos de la tertulia semanal. Normalmente comen en El Grau un menú cerrado de 20 euros por barba. Una vez al mes van a la sede de Frater y se piden el menú del día, por el que pagan también 20 euros para ayudar a la asociación de discapacitados. Hoy toca Frater.

La tertulia se alarga hasta las 5 de la tarde. La actualidad política copa la sobremesa y los comensales especulan y bromean sobre el próximo alcalde de Castelló. Nomdedéu no oculta su ilusión, aunque insiste en que el proyecto y el cambio políticos priman sobre sus ambiciones personales. Se despide de los amigos hasta la semana que viene. Ha quedado con el asesor fiscal para hacer la declaración de la renta. De la gestoría se desplaza en patinete al Teatro Principal, donde entrega los premios Vicent Marzà de narrativa infantil. En la agenda del día ya no hay más compromisos anotados.

Entrada la tarde, Enric Nomdedéu vuelve a casa. Es hora de bañar a Gal·la y preparar la cena. Después de cenar, acompaña a la niña a la cama, pero Gal·la reclama la presencia de su madre. Le gusta más cómo le narra los cuentos porque se ciñe al guión original. En cambio, Nomdedéu improvisa sobre la marcha. Como si estuviera en un pleno.

Enric es un noctámbulo. Aprovecha la tranquilidad de la noche para sentarse delante del ordenador, navegar por las redes sociales y responder a sus seguidores. Pasadas las dos de la madrugada se acuesta. Tal vez sueña con la alcaldía.

Compartir el artículo

stats