El Ayuntamiento de Benicàssim está trabajando de forma muy activa durante todo el año para combatir la plaga del picudo rojo que afecta a las palmeras y, poco a poco, los tratamientos que aplica de manera mensual entre los ejemplares públicos están surtiendo efecto. El consistorio, a través de la concejalía de Medio Ambiente, lleva a cabo desde el 2010 un protocolo para evitar la propagación del picudo rojo que afecta las palmeras y, mediante el mismo, la concejalía aplica tratamientos mensuales que han conseguido que las cifras de insectos capturados hayan disminuido.
Así, durante el pasado mes de marzo, las trampas instaladas en diferentes puntos de la localidad capturaron un total de 25 hembras y siete machos, una reducción considerable respecto al año pasado en el que las capturas se situaron en alrededor de 100 hembras y 33 machos. Los resultados muestran que hay una mayor proliferación de hembras que machos. Desde el consistorio informaron que durante el verano y después de la temporada estival, las capturas aumentas y puede llegar a haber entre 300 y 500 capturas al mes.
Para asegurar la eficacia de las trampas, se utiliza un atrayente que consiste en una feromona de agregación, colocada sobre un punto receptor de la misma. Por ello, a pesar de que las trampas no se encuentran visibles para los ciudadanos, el insecto es atraído a través del olor que desprenden. Además de las trampas instaladas, el ayuntamiento emplea diferentes técnicas para frenar el avance del picudo rojo como la aplicación de productos fitosanitarios.
