Los cirujanos vasculares reivindicaron ayer un incremento de recursos humanos y quirófanos para poder terminar con la lista de espera, que es especialmente «importante» en patología arterial, en la que «ni puede ni debe existir» , según explicó el doctor Luis Javier Álvarez, presidente de la Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular (SEACV).

Asimismo, solicitan a las autoridades autonómicas que se impliquen en garantizar la «equidad» en al acceso de los pacientes a su especialidad, ya que -según han dicho- hay regiones en España en la que no está implantada o lo está parcialmente, «y existe una asimetría territorial respecto a la ratio especialista-población atendida, lo que perjudica la calidad de la asistencia en muchos casos».

El experto realizó estas declaraciones en el marco del 61 Congreso de la Sociedad que se celebra hasta mañana en el Palacio de Congresos de Castelló. En este sentido, el presidente de la SEACV ha querido señalar que, entre los retos más importantes a los que se enfrenta la especialidad -que atiende, entre otras patologías, el aneurisma de aorta, la enfermedad tromboembólica venosa, el pie diabético, o las varices- está la implantación de la misma en toda la geografía española, «para que ningún español vea limitado su acceso a un servicio de Angiología y Cirugía Vascular, ya que somos los profesionales que estamos específicamente formados para atender estas patologías».

Así, ha llamado la atención sobre el hecho de que haya zonas de España que no cuentan en su cartera sanitaria con servicios de la especialidad, «como es el caso de la comunidad autónoma de Cantabria, la provincia de Córdoba y zonas de Murcia y Valencia». Es importante a su juicio «revertir esta situación para que no existan españoles de primera y de segunda en la atención vascular, una atención que ha de ser integral y de calidad».

Por su parte, el doctor Salvador Martínez, presidente del Comité Organizador el Congreso Nacional y de la Sociedad de la Comunitat Valenciana de Angiología y Cirugía Vascular, apuntado que en el año 2000 «llamaba la atención que la Comunitat Valenciana se encontraba muy desasistida en cuanto a la dotación de cirujanos vasculares», y ha recordado que «la patología estaba muy dispersa, y muchos pacientes, bien no se trataban o eran atendidos por otros profesionales».