El gestor del aeropuerto de Castelló, SNC-Lavalin, rebaja en un 40 % sus previsiones de pasajeros para este primer año de funcionamiento. Contemplaba 35.000 viajeros en 2015, pero finalmente sólo serán 20.000.
Fuentes de las empresa concesionaria justifican que ha tenido que revisar a la baja las cifras por el retraso en la apertura, que se produjo en diciembre del año pasado cuando estaba programada para junio. De manera que ha habido menos margen para negociar con compañías aéreas con la garantía de que las instalaciones están operativas.
Hasta la fecha, la única compañía que ha confirmado que operará en Castelló es Ryanair, que en septiembre inicia su actividad con las conexiones británicas de Londres y Bristol. De hecho, Ryanair aportará el 90 % del tráfico de este año. De los 20.000 pasajeros previstos, 18.000 son de la compañías irlandesa. Los 2.000 restantes corresponden a los vuelos chárter de los equipos de fútbol con sus aficionados, además de algún avión privado. Desde la apertura en diciembre, se han contabilizado 1.400 pasajeros.
Para este verano no hay programado ninguna vuelo comercial. Tampoco para el FIB. Se estuvo negociando una operativa para el festival, pero no se encontraron aviones disponibles con tan poco margen de tiempo. Para el próximo año, los fibers podrán hacer uso de las conexiones de Ryanair.
SNC-Lavalin quiere abrir el abanico de compañías aéreas, pero de momento la irlandesa es su tabla de salvación. La aerolínea de bajo coste calcula para el próximo año en Castelló 61.000 viajeros: 17.000 en Bristol y 44.000 en Londres. Estas cifras aseguran al aeropuerto el 50 % del tráfico previsto en 2016, que se sitúa 120.000 personas. En 2017 las previsiones aumentan a 225.000 para superar el medio millón en 2020 y el millón en 2025.
Las cifras de pasajeros son relevantes porque el operador del aeropuerto de Castelló se ha asegurado la posibilidad de desligarse de la base si no se cumplen sus expectativas de tráfico. Una cláusula le permite resolver el contrato cada cuatro años si la cifra acumulada de viajeros no se acerca a sus previsiones. La empresa concesionaria se va a beneficiar de una inyección de capital público de 24,5 millones de euros.
Ryanair arranca después del verano su actividad con dos líneas. Una conectará con el aeropuerto de Londres Stansted tres días por semana a partir del 15 de septiembre y estará operativa todo el año. Otra enlazará con el de Bristol (en el suroeste de Inglaterra) dos veces por semana a partir del 16 de septiembre. Esta última operará en temporada de verano, que acaba a finales de octubre.
