El centro residencial La Bartola de Benicàssim reabrió sus puertas el pasado mes de junio y ya cuenta con 21 residentes. La licitación de la gestión integral del centro ya estaba contemplada en los presupuestos generales de la Generalitat para el presente ejercicio dentro de una partida global destinada a un total de 22 centros de toda la Comunitat de personas mayores, discapacidad y enfermedad mental tanto para equipamiento, finalización y gestión.

La directora del centro, María Rodríguez, hizo de guía por las instalaciones durante la visita que realizó ayer la alcaldesa, Susana Marqués, junto con la concejala de Bienestar Social, Vanesa Batalla, el edil Arturo Martí, y la portavoz de Ciudadanos, Cristina Fernández, para conocer de primera mano el centro, así como los talleres que realizan los propios residentes. Rodríguez indicó que no están «en un hotel, están en su casa y aunque se les ayuda tienen que adquirir responsabilidades». Por trastornos de personalidad, esquizofrenia o por adicción a las drogas son algunos de los problemas por los que los 21 residentes están en La Bartola, cuyo objetivo es que consigan rehabilitarse y poder volver a sus hogares. Las edades de las personas que pueden ingresar en el centro van de los 18 a los 65 años, y la mayor parte de los pacientes tienen entre 30 y 50 años. Todos ellos cuentan con un grupo de 28 profesionales compuesto por psicólogos, trabajadores sociales, educadores o cuidadores.