La alcaldesa de Benicarló, Xaro Miralles, anunció ayer que el consistorio presentará alegaciones al estudio de impacto ambiental del proyecto para regenerar la costa norte, en el tramo entre el puerto de Benicarló y el límite con el término de Vinaròs, que el Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente les ha remitido. El documento supone, en la práctica, uno de los últimos trámites antes de poder iniciar las obras aunque, tal como recordó ayer la alcaldesa, los presupuestos generales del Estado no prevén, en principio financiación para los trabajos. Con todo, Miralles se mostró «satisfecha» por haber recibido el documento. «Era una de las exigencias del ayuntamiento y de los vecinos» de cara a continuar avanzando con los trámites administrativos del proyecto. «Suponemos que estas actuaciones vendrán supeditadas a la aprobación del PGOU y a la construcción del parque litoral», añadió.
En concreto, y según avanzó la alcaldesa, las alegaciones se centrarán en aspectos urbanísticos y ambientales. La primera alegación se centra en la constatación de que la zona incluida en el proyecto (desde la rambla de Cervera hasta el barranco de Aiguadoliva) está afectada por la revisión del PGOU (Pla General de Ordenación Urbana), pendiente de aprobación desde hace 11 años. Además, también se pedirá al ministerio que mantenga el vial paralelo en la playa de la Mar Chica (que el proyecto prevé eliminar), puesto que es necesario para garantizar el suministro de agua potable a los abonados afectados y para ubicar los contenedores actualmente existentes. También se pedirá un plan de vigilancia ambiental para proteger las comunidades biológicas que habitan en la zona donde está previsto construir los espigones.
Los respectivos informes municipales con las alegaciones se llevarán al pleno extraordinario que tendrá lugar este jueves.
