Los responsables de la Unió de Comerç de Vila-real (Ucovi) trasladaron hace unos días al ayuntamiento de la localidad la petición de que se incremente la vigilancia en los mercados y también en otras zonas tanto del centro como de las afueras de la ciudad para acabar con los presuntos casos de venta ilegal que, según ya lamentaron, «han proliferado en los últimos años debido a la crisis económica». Se trata de negocios ilegales que estarían proliferando en bajos y pisos con la venta, principalmente, de ropa o complementos al por menor e incluso con actividades empresariales como peluquerías.
La presidenta de la entidad, Tere Esteve, señaló ayer que los responsables municipales tras la reunión mantenida, «han tomado el compromiso de estudiar el asunto y seguir controlando la seguridad a través de los agentes de policía».
«El problema está en que hay casos que no son solo competencia del ayuntamiento y es lo que se tiene que estudiar ahora, porque no es tan sencillo como parece y la policía no puede entrar en una propiedad privada así como así», subrayó Esteve. Se trata, pues, de ver cómo hallar los supuestos pisos en los que, de forma clandestina y fraudulenta, se sospecha que se vende ropa y complementos o se ofrecen servicios de peluquería y estética. «La solución quizás pase por la colaboración entre la policía autonómica y el ayuntamiento». En este sentido, Esteve dijo que la revisión del Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE) es una de las herramientas que pueden ser de utilidad para ir arrojando luz.
Por el momento, los comerciantes tienen una reunión pendiente con la edil de Economía, María Dolores Parra, «para seguir abordando el asunto». Aunque, dada la proximidad de los festejos patronales en honor a la Virgen de Gracia, prevén concretar la cita para después de las fiestas.
Precisamente el tema de los impuestos podría ser uno de los factores clave en la investigación y es, a su vez, uno de los puntos fuertes de la lucha que han comenzado los socios de Ucovi para poner fin a la «injusticia» de tener que estar compitiendo con otros establecimientos que no pagan impuestos o que continúan ejerciendo ya sin licencia de actividad. «La gente está haciendo muchos esfuerzos día a día por tirar sus negocios hacia delante y no podemos permitir que se den estas situaciones», denunciaba Esteve.
Hasta que no terminen las conversaciones con el equipo de gobierno, no decidirán si formalizan alguna denuncia aunque Esteve ya puntualizó que si el ayuntamiento «hace todo lo posible y todo lo que está en sus manos, no creemos que haga falta», comentó. De momento, los responsables municipales ya son sabedores del asunto.
La venta ambulante es uno de los puntos que como ya reconoció el que fuera concejal de Economía durante la pasada legislatura, Pasqual Batalla, «sí que puede generar, aquí y en muchos pueblos, algún problema con respecto a las licencias». No obstante, el grueso de la preocupación estriba en la venta sedentaria donde, además, es más complicado dar con los infractores.
