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El alcalde de Ares exige «soluciones» para dejar de depender de la llegada de cubas de agua

Tena considera que la construcción de un nuevo depósito permitiría abastecer a la población actual sin recurrir a las cisternas

El alcalde de Ares exige «soluciones» para dejar de depender de la llegada de cubas de agua

Los problemas derivados de la escasez de recursos hídricos han colmado la paciencia del alcalde de Ares, Abelardo Tena, que considera que la llegada de cubas de agua a su municipio es «una situación impropia de los tiempos que vivimos». El primer edil de la localidad de l'Alt Maestrat ha apuntado que en estos momentos el manantial que abastece al municipio está prácticamente seco y que, de no llover, las cubas de agua seguirán siendo necesarias para abastecer a los vecinos.

«Hasta que se mantenga el actual nivel de población necesitaremos siete u ocho cubas de agua diarias, mientras que luego posiblemente con dos diarias sea suficiente», dijo el munícipe, que recalcó que «nuestra principal reivindicación ante las administraciones es solucionar el problema del agua».

En ese sentido, destacó que «un nuevo depósito solucionaría la situación, ya que en el mes de agosto necesitamos dos millones de litros y con otro depósito sería suficiente». Y es que el alcalde no se cansa de remarcar ante las administraciones que el manantial del barranco de los Molinos ofrece suficiente caudal de agua para llenar decenas de depósitos cuando tiene caudal, por lo que reclama un mejor aprovechamiento de dicho recurso. «Tras una precipitación de 30 ó 40 litros el manantial permite llenar varios depósitos y balsas, tal y como ha quedado patente con la construcción de la balsa situada junto al puente de les Solanes», dijo.

Tena aseguró al respecto «no comprender» cómo las administraciones superiores, como la Diputación Provincial, la Generalitat Valenciana y las confederaciones «no atienden una demanda básica como es la del agua».

A su vez, el alcalde apuntó que el control que se realiza en el depósito es «constante» para prever que esté lleno con el fin de que los vecinos no noten la falta de agua en sus grifos y consideró que se debería «priorizar la inversión en abastecimiento de agua sobre otro tipo de gastos».

Mientras, en las calles Ares, los vecinos ven con una mezcla de resignación y perplejidad la llegada de las cubas. Ellos no notan la carestía, ya que el agua sigue saliendo por el grifo. «No obstante, somos conscientes de que es una situación anormal, aunque aquí vemos los camiones cada mes de agosto», asegura los residentes. En la calle ya saben que deben dejar espacio para que pueda pasar el camión que se sitúa junto al campanario para conectarse a la larga manguera que lleva el líquido elemento hasta el depósito distribuidor. Este fin de semana el número de vecinos descenderá notablemente y el 1 de septiembre Ares únicamente tendrá a sus residentes habituales en invierno.

Agua para las masías

La falta de agua y la llegada de cubas no sólo afecta al casco urbano de la localidad. Las masías que se ubican en la parte baja del término municipal también reciben el agua desde el depósito del barranco de los Molinos, de ahí que la situación de carestía que afecta a los que residen en el casco urbano también se extienda al resto de núcleos habitados del término municipal de Ares.

En este caso, para resolver este problema otro proyecto por el que está luchando el Ayuntamiento de Ares es la construcción de una nueva balsa de almacenamiento que dará servicio a una parte de las masías del término municipal.

De este modo, se mejoraría el suministro ganadero recogiendo el agua que llegaría desde un manantial para de ahí repartirlo a las diferentes explotaciones.

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