Para bien o para mal, el Castellón retorna mañana a la Copa del Rey después de cinco años sin disputarla. Con el recuerdo de la pasada Copa RFEF todavía bien vivo, una competición que le regaló a los albinegros una ilusión en forma de final contra el Real Unión de Irún, pero que también se convirtió en un lastre por los largos desplazamientos y las lesiones de jugadores, el equipo de Ramón Calderé se embarca en esta competición que puede convertirse en un lastre más que en un aliciente competitivo y una inyección económica.
La ruta albinegra pasa primero por Sabadell y, si se supera al conjunto arlequinado, la próxima semana habría que desplazarse hasta A Malata para enfrentarse al Racing de Ferrol. Un camino más duro de lo deseado y más complicado que el que afrontó el equipo en la campaña 2010-2011, la última en que disputó esta competición.
Hace cinco temporadas, tras el retorno a Segunda División B, el conjunto que por entonces dirigía Jordi Vinyals se midió al Ontinyent en la primera ronda. Los albinegros vencieron con solvencia por 0-2 en El Clariano y fueron emparejados con el Portugalete en la segunda ronda. Los albinegros lo tenían todo a favor para superar a los vascos ya que jugaban en Castalia y, al descanso, vencían por 2-0 con goles del ahora repescado Lolo y Denis Nájera. Pero en un cuarto de hora, los vizcaínos voltearon el resultado y dejaron a los de la Plana sin el pase a dieciseisavos.
La relación de los orelluts con el torneo más antiguo de España no se puede describir como idílica desde que dio comienzo el siglo. En las últimas quince temporadas, el Castellón ha disputado en diez ocasiones la Copa y en seis de ellas cayó en la primera eliminatoria que afrontaba.
La más recordada, por la polémica que la acompañó, fue la jugada contra el Valencia en la temporada 2003-2004. Los albinegros, dirigidos por Oltra, aguantaron 1-1 contra el equipo de Benítez, pero un penalti en contra y un telegonazo en la cabeza de Téllez Sánchez obligaron a suspender el duelo. En la reanudación, aunque Raúl Jiménez detuvo la pena máxima, Baraja anotaba en el rechace. Al final, 1-3 y eliminados.
También se cayó en primera ronda ante el Figueres (2000-2001), el Novelda (2001-2002), el Lleida (2005-2006), el Albacete (2007-2008) y el Salamanca (2008-2009). Todos ellos equipos de la misma categoría en la que el Castellón militaba en esos momentos.
Contra «primeras»
La verdad es que la historia reciente del Castellón en la Copa del Rey se encuentra exenta de machadas, aunque los albinegros estuvieron cerca de escribir un capítulo para el recuerdo en la campaña 2004-2005. Tras deshacerse del Peralta en la ronda previa, el Osasuna visitaba Castalia en la siguiente eliminatoria. A la postre, el conjunto de Javier Aguirre sería subcampeón de ese edición, pero en aquel duelo se vio obligado a llegar los penaltis para echar a los locales.
Las otras dos experiencias contra equipos de Primera División tampoco se saldaron con éxito. La más recordada es la que midió al Castellón contra sus vecinos del sur, el Villarreal en la 2006-2007. Los albinegros, en Segunda División, habían alcanzado los dieciseisavos tras pasar exentos la primera ronda y dejar en la cuneta al Cádiz tras vencer por 1-0 en Castalia. Pero ante los amarillos, en eliminatoria a doble partido, el Castellón cayó dos veces por 2-0, tanto en casa como en El Madrigal.
La mejor actuación del Castellón en Copa, en los últimos quince años, tuvo lugar en la campaña 2008-2009. Hasta dos eliminatorias superaron los albinegros que, en ronda a un solo partido, vencieron al Eibar en Castalia y al Salamanca en El Helmántico, en ambos casos por la mínima. En dieciseisavos se midió a un primera como el Betis. Pero los hispalenses vencieron los dos duelos por 2-0 y detuvieron la marcha orellut.
