La semana festiva de la Misericòrdia comenzó en Borriana con la vila mojada por el chaparrón de primera hora de la tarde y la incertidumbre de si las nubes iban a permitir seguir la exhibición de los toros sin necesidad de sacar los paraguas. Pese a los malos augurios y solo con un retraso de quince minutos -en los que hubo que reponer, remover y alisar la arena de la vila para mejorar las condiciones tras el agua caída- se le pudo ver el morro al primer ejemplar de la tarde en un recinto repleto hasta la bandera.

«Soladero» traía la estampa de los encastes que han forjado su ganadería, la sevillana de Juan Albarrán. Con una planta imponente, el astado dio juego durante cerca de 40 minutos tanto en la plazo como en el resto de calles con algunos buenos recortes por parte de los aficionados. La bravura se le notó hasta el último momento por lo que los de l'Alternativa, peña que lo patrocinaba, podía estar más que satisfecha y quizá más cerca de recoger alguno de los premios a los toros exhibidos en estas fiestas.

Tras una recogida sin problemas, llegó el turno de la segunda exhibición, de manos de la peña El Bou es lo de Menos. Antes de comenzar y con los peñistas sobre la arena se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento del hermano de uno de sus integrantes. Los «cadafals» enmudecieron y tras un aplauso que rompió el silencio, «Motorista», el cerril de la ganadería de Julio de la Puerta y Castro mancillaba con sus pezuñas el ramo blanco que habían depositado a los pies del cajón.

El negro chorreado, salía a la vila sobre las siete y cuarto de la tarde y, como su predecesor, dio juego y mostró una estampa seria hasta que siguió la estela de los cabestros al filo de las ocho de la tarde en dirección al corral.

La tarde taurina terminó pues (tras la salida de las vaquillas) sin sustos en una jornada en la que también hubo tiempo para que los más pequeños se divirtieran preparando «fanalets» con sandías en el taller preparado por la Concejalía de Cultura del ayuntamiento en colaboración con los padres y madres de la Coral Infantil i Juvenil Borrianenca.

Por la noche, y ante la amenaza de lluvia, desde la organización de las fiestas decidieron trasladar el concierto de grupos en valenciano que estaba previsto celebrarse en la Plaza de la Mercé a la Llar Fallera. El concierto, el primero que se realiza durante las fiestas de la Misericòrdia, es una apuesta del ayuntamiento «para potenciar la música en nuestra lengua y los grupos de nuestras comarcas», según explicaron ayer fuentes municipales.

Actuaron Pepet i Mariquita, Tardor y Smoking Souls.