La llegada de Denis Suárez es sin duda la que más incógnitas levanta. El jugador pontevedrés de 21 años, titular en la selección española sub-21 de Alberto Celades, llega al Villarreal con la papeleta de ser el sustituto del otro Denis, Cheryshev, aunque en nada se parecen futbolísticamente. Los más esperanzados ven en el exjugador del Manchester City, FC Barcelona y Sevilla a un nuevo Cazorla. Así al menos le va hacer jugar Marcelino García Toral, técnico que mejor comprendió el estilo de juego del asturiano que explotó en su temporada en el Recreativo de Huelva con Marcelino en el banquillo, lo que le valió ser repescado por el Villarreal de Manuel Pellegrini.

La idea es contar con un Denis en la banda opuesta a la de Samu Castillejo, aunque no con juego tan exterior, sino dándole libertad para jugar por el centro y organizar el juego. En el Sevilla, en cambio, brilló más en el primer cuarto de temporada cuando llegó como sustituto de Rakitic y jugaba mas de mediapunta, por detrás del delantero. La explosión de Banega y la preferencia de Emery por Iborra para jugar de mediapunta trasladaron a Denis a la banda, y empezó a desparecer del juego hispalense y a tener un papel mas secundario.

Ahora en el Villarreal deberá demostrar si es capaz de asumir el rol que le pide Marcelino, técnico que está constantemente encima de él durante los entrenamientos.

Agradecido con el club

El jugador espera responder a las expectativas. Así lo aseguró en su presentación oficial en l'Alcora. «El club ha hecho una apuesta muy fuerte por mí y ojalá pueda devolver toda esa confianza y todo es cariño que he recibido desde que he llegado. Somos ambiciosos, así que me gustaría pelear por mi Europa League».

Junto a él, se presentó Daniele Bonera. «Espero poder aportar mi experiencia al equipo y también es muy importante a nivel personal. Es mi primera experiencia en España y lo primero que me ha impresionado y que he contado a mis amigos es que el Villarreal es una gran familia», confesó.