El Ayuntamiento de Castelló ha puesto en marcha el plan municipal de acogida Castelló Ciutat Refugi, con el objetivo de prestar ayuda a los refugiados que cada día intentan llegar a la Unión Europea huyendo de países como Siria, donde se registran conflictos bélicos o se vulneran los derechos humanos. Así lo anunció ayer la alcaldesa, Amparo Marco, quien confirmó que Castelló se adhiere a la red de ciudades de acogida, tal y como avanzó este diario la semana pasada. El consistorio trazó las líneas generales del plan en la reunión que mantuvo ayer el concejal de Bienestar Social, José Luis López, con oenegés, federaciones de asociaciones vecinales y el Obispado para coordinar una respuesta conjunta a la crisis humanitaria.

La iniciativa consta de tres fases. Para empezar se llevará a cabo la acogida de refugiados «con la colaboración ciudadana», según explicó la alcaldesa, quien dio las gracias «a todos los colectivos y a los vecinos anónimos que se han puesto en contacto con el consistorio para ofrecer sus viviendas». De hecho, el ayuntamiento ha activado la dirección de correo ciutatrefugi@castello.es y el teléfono de atención ciudadana 010 para canalizar las ofertas de los particulares que deseen colaborar con la iniciativa. De esta manera, el consistorio coordinará el registro de alojamientos para refugiados en la ciudad, aunque serán las oenegés como Cruz Roja o Cáritas las que gestionen la acogida, ya que, según explicó López, tienen experiencia en esta materia.

Por otra parte, en una segunda fase, se diseñará en colaboración con los colectivos sociales «una serie de acciones de sensibilización para concienciar a la población del drama de los refugiados», apuntó la alcaldesa, quien recordó que se ven obligados a abandonar sus países «para salvar la vida», algo que «cualquiera de nosotros haría en su caso». El plan se completará en una tercera fase para lograr la «inclusión» de los desplazados, ya que la estancia puede ser larga e, incluso, permanente. «Hay que trabajar para que los refugiados normalicen su situación en la ciudad, facilitarles la vida e integrarlos», dijo Marco. De momento, se desconoce el número de personas desplazadas que podría albergar Castelló, ya que el Gobierno aún no ha precisado a cuántas acogerá.

Ayuda ciudadana

El concejal de Bienestar Social explicó que la ciudadanía «puede aportar sus ideas y poner a disposición de los refugiados una habitación, como familia de acogida, o una vivienda deshabitada, así como otros recursos materiales». También se puede participar como voluntario con tareas de acompañamiento y de carácter técnico, ya sea como intérprete o psicólogo. Por otra parte, el próximo viernes la Junta de Gobierno Local aprobará la propuesta de adherir a Castelló a la red de Pueblos y Ciudades acogedoras que coordina el Consell, e instará al Gobierno central a que asuma «de una forma solidaria sus obligaciones».