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Amor incondicional a una moto atemporal

El colectivo ha inaugurado una exposición en la Fundación Dávalos, donde muestra motos antiguas restauradas y un sinfín de fotos de las escapadas moteras

El Club Vespa Castelló realiza varias salidas en moto para conocer lugares emblemáticos de la provincia. Uno de los objetivos de la asociación es restaurar motos antiguasLa vespa con sidecar fue muy utilizada en los 60La exposición, en la que se muestran modelos de Lambretta, cierra el 27 de septiembre.

«Motocicleta ligera o ciclomotor, con ruedas pequeñas, que tiene una plataforma para apoyar los pies y en su parte delantera una plancha protectora de las piernas». Es la definición que la RAE hace de la vespa, la única moto cuyo nombre propio se ha convertido en sustantivo común. Pero la máxima obra de Piaggio es mucho más que un vehículo de dos ruedas tan útil y práctico que hasta Correos lo asumió como propio para la labor de mensajería. Es un icono que compartía protagonismo con Audrey Hepburn y Gregory Peck en «Vacaciones en Roma», es el símbolo de un estilo de vida que se retrataba en «La Dolce Vita» de Federico Fellini. Que Paul Newman montara a lomos de una vespa o que Giorgio Armani haya diseñado el último modelo de esta moto contribuyen al mito.

Pero los miembros del Club Vespa Castelló no necesitan más motivos para adorar a la máquina. «Es una moto para disfrutarla, para hacer turismo no para correr», resume el presidente del colectivo, Javier Armengol, quien declara su amor incondicional al vehículo italiano. La asociación encuentra su origen en los años 50, cuando se realizaban competiciones de vespas en la plaza Huerto Sogueros de Castelló. Sin embargo, tiempo después decayó y no fue hasta 2002 cuando el club fue refundado. «Es el más numeroso de España, con 240 socios», dice orgulloso Javier.

Uno de los objetivos de la asociación es restaurar motos antiguas. «Muchos tenían vespas abandonadas en las alquerías y nos las regalaban para arreglarlas, ahora ya nadie las da gratis», asegura el líder del colectivo. Y es que la vespa es una pieza digna de museo. Hasta el MOMA de Nueva York ha albergado un modelo de la mítica moto italiana como muestra de arte moderno, y ahora lo hará la Fundación Dávalos-Fletcher de Castelló. Allí se puede visitar desde el pasado viernes una exposición de vespas antiguas y nuevas, además de una nutrida colección de fotografías que ilustran el paso de este vehículo por Castelló desde sus inicios hace más de medio siglo hasta la actualidad.

Entre las imágenes destacan también las que se han tomado en las seis ediciones del Vespazahar, la concentración de vespas más importante de España que se celebra cada mes de junio en Castelló. Las instantáneas exhiben, además, las salidas en moto de los aficionados y las vueltas anuales a la provincia que organiza el club. Son una muestra de la atemporalidad de «la dolce vespa».

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