Ramón Calderé es consciente de que se encuentra en el alambre. El técnico del Castellón, tras cuatro jornadas de Liga sin conseguir la victoria y después de asumir la tormenta generada por su decisión de darle la baja a Javi Selvas, sabe que un tropiezo contra el Alzira, además de alimentar la desconfianza latente en el equipo que se respira en el entorno albinegro, puede dejarle a un paso de la destitución.
«Soy consciente de que puede pasar», afirmaba ayer el preparador orellut que añadió que «trabajaré, pelearé y lucharé, pero no por mi puesto, sino por el bien del Castellón que es lo único que me preocupa». Calderé está convencido de que el mal momento que atraviesa el equipo «se arregla con un resultado positivo y lo antes posible». «La situación que estoy atravesando como entrenador hacía muchos años que no la pasaba, pero por eso me toca ahora demostrar mi capacidad y sacarle el rendimiento a esta gran plantilla. Esté o no esté Calderé, esta plantilla va a volver a quedar campeona», aseguró en su comparecencia ante los medios. Además, señaló que trabaja para «revertir esta situación y sacarle el máximo rendimiento a esta gran plantilla que tengo».
«Todos estamos molestos e intranquilos por ver al Castellón todavía en Tercera», comentó el entrenador tarraconense que aseguró que «sufrimos por vernos en una situación que no deseamos, aunque sabemos que esto se arregla con un par de buenos resultados». Esta mala situación ha provocado las quejas de la grada, algo que Calderé entiende y acepta porque «el mayor patrimonio que tiene este club es su afición».
Pero, para lograr levantar cabeza hay que vencer en un campo complicado, el Serrano Sunyer, ante un rival nada fácil, el Alzira de Dani Ponz. Los valencianos son quintos en la tabla y, como señalaba su exjugador, Juanjo Clausí, llegarán sobremotivados a este enfrentamiento. ««Es normal que lleguen así contra el Castellón porque todos los equipos ante el campeón del año anterior llegan al 100 % o al 120 %», apuntó Ramón Calderé que también quiso destacar que se trata de un equipo «con mucho carácter y mucha intensidad».
También aprovechó para hablar del último refuerzo del equipo, el delantero murciano Antonio Martínez. «Estoy contento porque conocemos perfectamente las prestaciones que nos puede dar y estoy seguro que nos va a venir muy bien. Tiene unas características diferentes a Saizar y Fonte y da el perfil perfecto para poder ayudar», señaló sobre el exjugador del Crevillente que ayer ya se entrenó con sus compañeros.
Campos se queda, Catalá se va
El apartado de altas y bajas no se encuentra todavía cerrado, según informó ayer Calderé, aunque los hombres no son sobre los que se ha especulado esta semana. El míster del Castellón descartó la salida de Álvaro Campos, sobre quien se rumoreaba que podía marcharse, pero aseguró que Alberto Catalán se irá al Onda cedido para ser sustituido por Casero.
«Mañana (por hoy) vendrá Ramón Moya y se cerrará el acuerdo con José Casero», confirmó el técnico orellut. Este guardameta de 23 años de edad y natural de Albacete ocupará la plaza de Catalán como segundo arquero. Casero, formado en el Albacete y que el pasado año militó en el Puertollano, lleva toda la semana entrenando a las órdenes de Ramón Calderé.
