Los castellonenses Héctor Ripollés y Lledó Bernat acaban de ganar el campeonato nacional de vídeo submarino y ya piensan en ir en 2017 a Acapulco (México) al campeonato del mundo. Su día a día, pasa por recorrer nuestra geografía por tierra y por mar para entrenar y encontrar los mejores rincones para practicar esta disciplina. «Es un trabajo colectivo y de todo el año para tenerlo todo claro y no fallar de cara a los campeonatos», explica Ripollés. Además de su trabajo en la productora, con la que entre otros muchos proyectos realizan seis o siete documentales al año para canales temáticos como Caza y Pesca, también quieren tratar de hacer cierta labor divulgativa de cara a la sociedad en general. Y es que, lamentan que el vídeo submarino «es todavía una disciplina desconocida». Por ello, Ripollés advierte que saber bucear es una parte fundamental.
La superficie es también su primera parada en el aprendizaje y los entrenamientos. «Primero hay que dominar bien la cámara en la superficie y después acoplarse a grabar abajo», dice. Es en este punto, cuando subraya la importancia de conocer la técnica del buceo y de fenómenos como la colorimetría, ya que «a partir de ocho o diez metros de profundidad, el color rojo desaparece por completo y hay que aplicar tácticas de iluminación», explica Ripollés.
Por otra parte, la formación es la «asignatura pendiente». Hay pocos cursos para poder adquirir o ampliar conocimientos en esta materia. Quizás a ello se debe este «desconocimiento» del que habla Ripollés. «Creo que hay mucha gente que si conociera la disciplina, se animaría a practicarla», declara.
En cuanto al modus operandi, Ripollés señala que la idea pasa por los dos y que, posteriormente, él se encarga de las cuestiones más técnicas y ella de la parte de la producción y la logística como, por ejemplo, verificar el material, las localizaciones o los permisos. En todos sus trabajos, el denominador común es la historia que contar. En el último de sus vídeos con el que han vuelto a conseguir el premio nacional, hablan del mar como esa «vía de escape y equilibrio en la vida». La crítica a la pesca no selectiva o la visión de los océanos desde la mirada de un niño, son otros de los temas que han abordado.
Para esta pareja de covarchinos, «la tierra siempre tira». Las Islas Columbretes o la costa de la Renegà son algunos de los que consideran los mejores puntos para su modalidad. Pero, además, hay lugares como las aguas de Borriana donde se encuentran dos buques hundidos y que son motivo de visita cada año por muchos curiosos y aficionados. Sin embargo, la costa más septentrional de la provincia, es menos idónea debido a que las aguas están más influenciadas por el delta del Ebro, y son menos claras al tener muchas más partículas, según señalan.
