El equipo de gobierno de Vila-real está a punto de cerrar uno de los temas con los que su principal partido, el PSPV-PSOE, se presentó a las elecciones municipales del pasado mayo: conseguir que el río Millars vuelva a tener una zona navegable a su paso por el término municipal. La concejala de Deportes de la ciudad, Sílvia Gómez, adelantó que están «ultimando detalles» con la Junta de Aguas de la Plana para conseguir la cesión del Molí Bisbal, popularmente conocido como Molí de Tatxes.

Este convenio, con el que el consistorio obtendrá el uso del molino y la zona colindante del río Millars, permitirá que el Club de Piragüismo de Vila-real pueda entrenar en las aguas situadas entre la cascada artificial y el pantano de Santa Quiteria. También la Escola Esportiva d'Estiu se verá beneficiada por este acuerdo, ya que en la actualidad tienen que desplazarse al Grau de Castelló para realizar las actividades de piragüismo, cuando históricamente se habían practicado en la zona del Termet.

Eso sí, antes de que las canoas y los kayaks entren en el agua, el ayuntamiento deberá proceder a la limpieza del espeso bosque de ribera que separa la ruta botánica del río Millars. Esta actuación también forma parte del convenio entre las dos instituciones.

Gómez informó de que cuando esta zona esté en condiciones, procederán a instalar unos vestuarios y un almacén portátiles, para que los usuarios puedan cambiarse antes y después de la práctica deportiva y para guardar las canoas una vez finalizada la misma.

Una de las cuestiones que hasta ahora habían dificultado las negociaciones para la navegabilidad eran las reticencias de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) ante la posibilidad de que estas actividades facilitaran la entrada del mejillón cebra en el río Millars. Para evitarlo, todas las canoas que se utilicen en esta zona tendrán un identificador que acreditará que la embarcación tiene permiso para navegar en esta zona. «Y si alguna vez han de ser trasladadas, tendrán que limpiarse siguiendo el protocolo que establece la CHJ», afirmó la edil.

Planes de futuro para el molino

Siguiendo con el objetivo de poner en valor el cauce del Millars y sus alrededores, el consistorio vila-realense se plantea como objetivo a medio y largo plazo una restauración del Molí de Tatxes, un antiguo molino que data del siglo XVIII y que es uno de los edificios que mejor explican la histórica relación que ha tenido Vila-real con su río.

Eso sí, en primera instancia tan solo se procederá a proteger y apuntalar la estructura, y para su remodelación integral se buscará una financiación compartida con las dos grandes administraciones supramunicipales, la Diputación de Castellón y la Generalitat Valenciana. «Se trata de un proyecto muy ambicioso que Vila-real no puede asumir en solitario», reflexionó la concejala.

Aunque una vez firmado el convenio el aprovechamiento estará limitado a la oferta pública, el consistorio no descarta que la iniciativa privada pueda aprovecharse de la navegabilidad del Millars en un futuro próximo. «Si hay alguna empresa interesada, obviamente que nos sentaremos a hablar de las condiciones», apuntó Gómez.