La Guardia Civil informó ayer que se ha archivado el expediente iniciado por un posible intento de secuestro denunciado por el padre de una menor de la Vall d'Uixó, alarmado por unos hechos que, al parecer, fueron una invención de la niña de 11 años, tal y como, al parecer, confesó a su madre poco después de producirse.
Todo se produjo el pasado sábado, cuando la menor estaba jugando en el parque de La Moleta junto a su hermano de 9 años, ambos acompañados por su abuela. Tal como ella misma relató a su padre, se había alejado un poco porque había visto un gato, cuando se le acercaron dos jóvenes ofreciéndole juguetes e invitándola a subir a una furgoneta.
Según contó, huyó del lugar enseguida en busca de su abuela a quien le contó lo que supuestamente le había pasado. Por los detalles que dio, aspecto de los dos jóvenes, cómo iban vestidos y qué vehículo llevaban, su padre no dudó del relato y tras ponerlo en conocimiento de la Guardia Civil, decidió realizar un aviso a través de las redes sociales. En un «post» publicado en el Facebook informó de todo lo que su hija le había relatado, alertando a los padres de otros niños para que tomaran precauciones.
Tras conocer que todo había sido una invención de su hija, Vicente M. reconoció ayer que «quizás me precipité», aunque señaló que lo hizo por «preocupación por sus hijos y los hijos de los demás». En aquel momento ni se le pasó por la cabeza dudar de lo que la niña le contaba, aunque al parecer esta, tras hablar con su madre, reconoció que los hechos no se habían producido, lo que se puso en conocimiento de la Guardia Civil que, aunque como es habitual en estos casos inició una investigación para esclarecer los hechos, siempre se planteó esa opción como posible, dado que este tipo de bulos son bastante habituales.
Que saltara la alarma fue prácticamente inevitable, ya que pocas horas después de la publicación en el Facebook del padre de la niña, el «post» se había compartido casi 1.200 veces. Ayer por la mañana, sin embargo, la publicación ya había sido borrada por su autor, aunque la preocupación ya se había extendido por toda la localidad, incluso por municipios vecinos.
Los elementos del suceso eran los característicos de las historias irreales que acompañan a este tipo de casos, pero la Guardia Civil les dio veracidad en primera instancia, dado que los hechos denunciados eran graves y debían asegurarse de que no se habían producido realmente. Lo mismo le sucedió al padre, que tampoco dudó de la palabra de su hija y solo quiso alertar al resto de padres, haciéndolo a través del medio que consideró más accesible.
