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Responsabilidad social

Una alternativa sostenible en Voramar

El Hotel Voramar se abastece de dos huertos propios, contrata proveedores de la zona, utiliza material reciclado y dispone de placas fotovoltaicas

Una alternativa sostenible en Voramar

El emblemático Voramar de Benicàssim fue el primer hotel turístico que abrió sus puertas en la Comunitat Valenciana allá por 1933, antes de que comenzara el fenómeno del turismo de masas. Ahora se ha convertido en uno de los establecimientos pioneros en la introducción de la conocida como economía del bien común, una corriente impulsada por el economista austriaco Christian Felber que aboga por adaptar el actual capitalismo a un sistema que prima la justicia social, la sostenibilidad y la transparencia. Frente al mero valor del lucro que impera en el modelo existente, la economía del bien común apuesta por otro más cooperativo, que valora los beneficios sociales o la eficiencia energética.

El hotel restaurante Voramar de Benicàssim, ademas de la cafetería del Torreón (pertenece al mismo grupo), aplica algunas medidas imbuidas por este espíritu. Por ejemplo, dispone de dos huertos (en el Desert de les Palmes y junto a la Ratlla) que abastecen al restaurante y a la cafetería. A nivel laboral tiene establecidos unos límites salariales por los que el mando superior no puede percibir entre 3 y 3,5 veces más que el empleado que menos cobra. En sostenibilidad, intenta priorizar el uso de material reciclado, mientras parte de su suministro eléctrico -dentro de sus posibilidades- procede de energías renovables a través de unas placas fotovoltaicas. Para 2016 prepara una inversión que ampliará la eficiencia energética. El horizonte último de Voramar es alcanzar las cero emisiones de partículas contaminantes, destaca Juan Pallarés Picón, gestor de un hotel que inauguró su familia en 1933. Tres años atrás, en 1930, se puso en marcha el restaurante-casa de Baños Voramar. Juan Pallarés es la cuarta generación.

Respecto a los proveedores no solo tiene en cuenta el precio sino también que procedan de la zona, entre otras características. Asimismo, promueve internamente la participación del personal en la toma de decisiones y la transparencia.

Es una forma diferente de afrontar las vicisitudes de un negocio. Pretende crecer respetando el medio ambiente, la salud de la plantilla o la promoción económica de las empresas de Castelló. Es un modelo más solidario. El Voramar pone una primera pica de una economía colaborativa que Felber impulsó en 2008. Es una alternativa al capitalismo sin límites o a la economía planificada. Combina el libre mercado con la política social o la sostenibilidad. Estas palabras las repiten sin cesar los dirigentes políticos desde que empezó la crisis económica, causada por la avaricia del «boom inmobiliario», pero el Hotel Voramar ha transformado las declaraciones en hechos.

Agrega un nuevo elemento a una larga e intensa historia. Fue protagonista en el despegue de Benicàssim como lugar turístico. Luego acogió en la Guerra Civil un centro hospitalario de campaña que atendió a las Brigadas Internacionales.

El escritor Manuel Vicent, un cliente habitual, hizo popular su nombre en el resto de España en su novela de León de Ojos Verdes.

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