Los vendedores del Mercat Central, comerciantes y trabajadores del centro más los funcionarios del ayuntamiento tienen en la cafetería Amado un establecimiento señero para almorzar. Un río de castellonenses se acerca cada día al local, situado en una posición privilegiada, entre las calles de las tascas y la plaza Santa Clara.
Amado es una de las cafeterías veteranas del casco antiguo. El propietario, Amado Tauste, empezó a trabajar en la misma 34 años atrás, cuando era Café Almela, y hace 19 años adquirió el local y le puso su nombre. Ofrece un surtido variado de bocadillos y tapas. El pan se sirve tostado y destacan los entrepanes de sepia a la plancha, bacalao «apañao», magro con tomate y queso, longaniza, chistorra, panceta, anchoas y diversas clases de tortillas (de patatas, cebolla y calabacín). De tapas dispone, entre otras, de calamar encebollado, ensaladilla, sepia y «esgarraet», sin olvidar las típicas aceitunas rotas.
Sobresale también el café- «No hay mejor en Castelló», subraya el propietario. Para su elaboración cuenta con descalcificador y cada mes controla el agua.
La cafetería entra en servicio a las seis de la mañana con los «primeros cafelitos» para los empleados de oficinas del centro y del Mercat Central. Su horario se prolonga durante todo el día, con un pequeño descanso a las dos de la tarde. Tanto al mediodía como por la tarde y la noche se convierte en uno de los espacios destacados de las míticas tascas de Castelló. Así, por la mañana es un lugar para almorzar, y por la tarde noche se transforma en un local para disfrutar de un quinto o tercio en compañía de amigos o familia. Una característica que también es reseñable es el trato personal y distendido de Amado y su plantilla de camareros.
Disfruta de una amplia terraza en la plaza Santa Clara más el interior del espacio, de dos plantas, con una parte totalmente abierta en la calle Barracas. Amado estrena nueva fachada. La ha renovado con un fondo negro donde se puede leer la denominación de establecimiento. Es uno los bares emblemáticos de las tascas. Entre Santa Clara y las populares Barracas e Isaac Peral ocupa un triángulo envidiable en la principal zona gastronómica del casco urbano de la capital de la Plana. Cada jueves de Magdalena organiza una fiesta en homenaje a su clientela.
