Después de haber dado por finalizada la temporada, ¿han cumplido los objetivos con los que la iniciaron?

En principio sí porque era encarrilar la clasificación olímpica para Río 2016 y la tenemos prácticamente hecha. Faltará hacer algún resultado bueno la próxima temporada para ser cabezas de serie, que será nuestro objetivo para el próximo año.

Prácticamente ya estamos clasificados porque estamos sextos en el ranking mundial. Este año, además, hemos conseguido nuestro primer oro como equipo y un bronce en Long Beach, y estamos muy contentos por la temporada realizada.

El oro llegó a principio de temporada y el bronce casi al final, ¿qué provocó ese pequeño bajón?

Yo estuve bastante fastidiado de la espalda, incluso en el Mundial, y eso nos influyó mucho porque no estaba al cien por ciento. Por suerte, luego remontamos y en el Campeonato de Europa acabamos quintos.

Llevábamos una racha muy mala, pero hablábamos y no había otra manera de levantarse que seguir. Y seguimos y conseguimos remontar. Todo está muy igualado y la diferencia entre conseguir un oro o quedar clasificado el 25 en un torneo es mínima.

¿Ha sido este año uno de los más igualados que se recuerden?

Sí, seguro. De los que llevo jugando seguro porque hay muchos equipos y, o pasas de primero y te quedas noveno, que sería el primer objetivo, o sales como segundo o tercero y los cruces que te tocan son muy complicados.

Las rondas eliminatorias son muy fuertes y te pueden tocar parejas como la brasileña formada por Evandro-Pedro, que han conseguido seis o siete medallas este año y habrán pasado una vez como primeros de grupo. Siempre han quedado terceros de grupo y han acabado en el podio.

¿Qué ha supuesto para ustedes volver a entrenar con el seleccionador nacional, Sixto Jiménez?

Trabajar como toca. Él te mete mucha intensidad y sabes que si has entrenado mal se va enfadado a casa y tú tienes que rendir mejor al día siguiente para que él esté tranquilo y vea que vamos por el buen camino. Además, volver a Tenerife nos ha permitido entrenar con las parejas europeas y eso es lo que te da el nivel de competición y la intensidad que necesitas a lo largo de todo el año.

¿Se ha quedado algo pendiente en este 2015?

El Mundial. Yo me fui con muy malas sensaciones, las mismas o peores con las que llegué. Yo particularmente pinché y ya pienso en quitarme la espinita en la próxima edición. Hemos quedado quintos todos los años, que es una muy buena clasificación, pero queremos conseguir alguna medalla antes de retirarnos.

El próximo Mundial será en 2017, ¿estará ahí Pablo Herrera?

No lo sé (ríe), pero yo quiero estar. Ese año habrá Mundial y Juegos del Mediterráneo en Tarragona. Sí me gustaría, sí.

Hasta esa fecha hay mucho por delante, ¿cómo van a planificar la próxima temporada?

Conociendo a Sixto, querrá que el primer mes de competición que es marzo ya juguemos algún torneo.

Por lo que hemos hablado, la intención es jugar todos los grand slams y los majors que salgan antes de los Juegos Olímpicos y el mes de antes, en julio, quedarnos en el Centro de Tecnificación de Lorca con alguna pareja extranjera y preparar los Juegos porque allí las instalaciones son muy buenas.

¿Qué supondrá estar en una nueva edición de los Juegos Olímpicos?

Un objetivo cumplido. Nosotros siempre vamos a un torneo con la intención de ganar pero no nos obsesionamos pensando que tenemos que quedar arriba porque si no es un fracaso. Vamos a disfrutar como hicimos en Londres dentro de las posibilidades que tuvimos porque Pablo llegó bastante fastidiado por la lesión pero, pese a ello, lo pasamos muy bien. Jugamos muy bien y dimos la talla, y así iremos a Río porque dando la talla se puede pelear por todo.

Es un objetivo y una alegría, pero lo más importante va a ser llegar bien físicamente. En Londres nos quedamos con la sensación de que, si hubiese estado bien físicamente, podríamos haber dado más guerra.

El tema de las lesiones, desgraciadamente, siempre está ahí.

Todos los equipos tienen problemas, pero hay que saber llevarlos y administrarlos. Lo más difícil es tener una lesión y conseguir dejarla de lado para centrarte en el partido.

¿Habría algo que mejorar, en el apartado personal de cada uno, de cara a la próxima temporada?

El físico, sin duda, estar bien físicamente va a ser la clave para la próxima campaña.

Yo diría lo mismo porque físicamente no me he encontrado bien en todo el año. A ver si el próximo año nos ponemos más fuertes y, por eso, queremos trabajar con ejercicios físicos en la arena y cambiar la preparación, a ver si llegamos mejor que en años anteriores. Esa nueva preparación nos va a dar un plus de calidad la próxima temporada.

En la actualidad, ¿el voley playa tiene futuro a corto plazo en España?

No se ha hecho demasiada captación en los últimos años y hay un vacío de edades entre la generación de Adrián Gavira y la que viene. No ha habido un trabajo específico por parte de la Federación y no se ha intentado que cada año salieran uno o dos jugadores, que es lo que habría tocado.