Ganar sufriendo deja un mejor regusto, pero a todos les gusta ganar por un 3-0 y llegar a la recta final del partido sin tantos sufrimientos, sin tantos agobios. El Villarreal C de Carlos Pérez Salvachúa encadenó la segunda victoria consecutiva tras ganar en casa al Recambios Colón en un encuentro muy igualado. Mejor fue el filial amarillo que se le subió a las barbas de un equipo valenciano con futbolistas de mucha más experiencia. Mas oficio. Al final lo que valió es el gol del delantero burgalés Mario González a los pocos minutos de empezar la segunda parte.

Tras ganar en Paterna, la intención de los muchachos del segundo filial amarillo querían ganar ante su afición porque no lo hacían desde hacía setenta días atrás, el 30 de agosto contra el Crevillente, por 4-3. Y lo cierto es que los vila-realenses salieron muy enchufados y dispuestos a encarrilar el partido a las primeras de cambio. Saltaron con descaro y en busca de la portería de Tamarit.

El Recambios Colón mostró oficio. Mostró buenas hechuras. Los valencianos se encontraron con un equipo joven, trabajador y respondón. Superada la media hora de juego Simón Moreno tuvo una clara ocasión. Se regateó a todo el mundo, pero luego se escoró y lanzó fuera. Minutos más tarde la tuvo el mediocentro alicantino Javi García, pero cruzó demasiado y el balón lamió la cepa del palo. Sin goles se llegó al descanso.

A los tres minutos de la reanudación llegaría el gol que a la postre decantó el encuentro. Salvachúa en el intermedio retiró al onubense Simón y sacó al burgalés Mario González. A los tres minutos el castellano hizo diana. En la medular Manu Morlanes recuperó un balón lo envió entre líneas a Mario. Éste se sorteó a todo lo que le salió, portero incluido, y luego cruzó a la red.

A partir de ahí enfureció el Recambios Colón que apretó y apretó. El filial retrocedió unos metros y sufrió. Más aún a partir del 78 cuando se quedó con diez por la expulsión del lateral Javi Maldonado. El sufrimiento valió la pena.