La explosión de los goles en el Villarreal B llega a medida que se acerca el final del partido. Las estadísticas indican que el 72,72% de los golea marcados llegan en los segundos cuarenta y cinco minutos, y que el cuarto más fructífero es el último (del minuto 76 al 90) donde la escuadra que entrena Paco López ha anotado siete de los veintidós tantos que ha conseguido materializar la escuadra de la Plana Baixa.

El filial cansa a sus adversarios y al final acaba imponiendo su superioridad. Ése podría ser el resumen más rápido. Le cuesta encarrilar los encuentros al Villarreal Bm pero cuando perfora la portería todo es más fácil. El técnico y los jugadores han reconocido en varias ocasiones que los rivales se les encierran atrás y les resulta complicado abrir el marcador. Y en la mayoría de las ocasiones se tiene que recurrir a las segundas partes para encarrilar los partidos, cuando el contrincante empieza a ver flojear sus piernas.

En el primer cuarto de hora sólo ha marcado dos goles la escuadra amarilla, por cuatro en el segundo y uno en el tercero (del minuto 31 al 45). En cambió, el gol abunda más en las segundas partes: dos goles en el primer cuarto, seis en el segundo y hasta siete en el tercero y último. También destaca esa última media hora de los encuentros (del minuto 76 al 90) en el que el Villarreal B firma el 72,72 % de los goles marcados.

El gol más rápido fue el primero que marcó en la primera jornada de Liga, donde se ganó 1-3 en el campo de L'Hospitalet. El 0-1 lo anotó Felipe Alfonso en el minuto 10. Y el más tardío lo anotó el uruguayo Franco Acosta el 6 de septiembre pasado en el campo del Hércules, fue el 0-4 que cerró la cuenta en el minuto 88.