Siempre se ha dicho que cuando un entrenador nuevo llega a un equipo todos los futbolistas parten con las mismas posibilidades y todos se quieren esforzar al máximo para que el nuevo inquilino del banquillo se fije en ellos. Con la llegada de Kiko Ramírez al Castellón, para suplir a Ramón María Calderé, ha motivado que varios futbolistas quieran ponérselo difícil al técnico. En estos últimos encuentros han aparecido jugadores que piden a gritos, pero en el terreno de juego, tener más posibilidades.
En defensa, por ejemplo, el lateral zurdo ondense Alberto Ramos está demostrando ser un futbolista que podría jugar más minutos y no ser sustituido al descanso. En el lateral diestro el también ondense Luismi Ruiz está certificando que atraviesa un momento dulce y sus prestaciones pueden ser muy aprovechables por el primer equipo. En Elche estuvo sensacional.
Para el centro del campo un futbolista con una extraordinaria calidad como es el vila-realense Charlie Meseguer también reivindica más minutos cada vez que sale al césped. El domingo en el Díez Iborra salió y con su gol en el minuto 91 enchufó al equipo, que acabó ganando por 2-3. Allí delante también va a más el espigado ariete burrianense Rubén Fonte, una vez olvidada la lesión. Busca hacerse un hueco en el once titular.
Oportunidades para todos
Kiko Ramírez quiere dar minutos y oportunidades para todos. Se está viendo en las últimas alineaciones que ha presentado el técnico tarraconense. De la misma manera que han aparecidos nuevos futbolistas en los onces, otros han desaparecido. Es el caso de los mediocentros Lolo González y Gerard Hernando (alterna el primer equipo con el filial albinegro), y también el joven Álvaro Gómez.
El que parece marcado y que no cuenta para el nuevo inquilino del banquillo albinegro, y que tampoco contó en las últimas semanas para el extécnico Ramón Calderé, es el central David Escudero. El futbolista parecía uno de los candidatos para abandonar la disciplina del equipo hace días, pero de momento se queda en el plantel aunque deberá ganarse la confianza del técnico.
