El decrépito edificio de los antiguos cines ABCD Rafalafena, cerrados a finales de 2008, parece tener los días contados. El Ayuntamiento de Castelló ha recibido ya la petición para demoler el inmueble ubicado entre las calles Rafalafena y Villavieja, algo ampliamente deseado por los vecinos de la zona dado el lamentable estado en el que se encuentra. A esta solicitud se une, según ha podido saber este rotativo, la de plantear un cambio de uso de para poner en marcha un complejo deportivo, lo que echa por tierra cualquier opción de recuperar en el barrio las salas de cine, que sólo existen en la actualidad en el Grau y el centro comercial Salera.
El consistorio municipal ha emitido ya un informe de compatibilidad favorable, con fecha 15 de octubre, destinado a cambiar el destino del suelo sobre el que se asientan los cines, que a partir de ahora serán para «uso deportivo» entre el número 37 de la calle Rafalafena y el número 2 de la calle Villavieja.
La actividad para la que se ha solicitado esta compatibilidad abre muchos campos y combina varias posibilidades, todas ellas enmarcadas en el ámbito de servicios relacionados con temas deportivos. Según las fuentes consultadas, en el lugar podría levantarse un complejo deportivo bajo techo en el que no se descarta una piscina, área de fitness y salas polivalentes, aunque aún no ha trascendido al detalle el proyecto que dejará en el olvido unos cines y un edificio cuya propiedad está en manos del conocido empresario castellonense Alejandro Payá.
La semana pasada ya se pudo ver en el solar anexo a los cines varias máquinas realizando catas en el suelo, algo que confirma el hecho de que los primeros pasos para actuar en la zona son inminentes. De hecho, tras el informe favorable hace un mes para el cambio de uso, el ayuntamiento recibió por registro de entrada el 6 de noviembre la solicitud de derribo de todo el edificio, lo que apunta a que la demolición podría iniciarse antes de que acabe este mismo año.
El proyecto se conoce precisamente cuando se van a cumplir siete años del cierre de unas salas que estuvieron en marcha durante más de una década tras abrir en 1996. Los ABCD Rafalafena tienen el honor de ser los últimos cines de barrio de la capital de la Plana. Con cuatro pequeñas salas, en su primera etapa recibió el apoyo de los vecinos e incluso abrió en el mismo inmueble un Burger King que casi nadie recuerda ya. La crisis que afectó de lleno a finales de los 90 acabó por reducir de forma notable el número de espectadores. En su última etapa intentó sobrevivir con películas de filmoteca y cine independiente, pero finalmente bajó el telón en diciembre de 2008.
