EstePark, el nuevo parque comercial de 35.000 metros cuadrados previsto en las afueras de Castelló, mantiene a la Generalitat como principal enemigo. Sus planes de albergar grandes operadoras en un recinto cerrado junto a la Ciudad del Transporte no convence al Consell. Legalmente lo tiene todo a favor para levantarse, pero el Ejecutivo valenciano no lo pondrá fácil. Mirará con lupa la situación de los accesos y, si los informes técnicos evidencian que los actuales son insuficientes, se parará el proyecto. En último caso, defiende que el promotor asuma una posible mejora de la red vial del entorno.
«No invertiremos un euro si hace falta ampliar las carreteras, que lo paguen ellos», sostuvo ayer el director general de Comercio, Natxo Costa, que reiteró que serán «muy escrupulosos» en los trámites de concesión de una licencia de apertura. El Consell ha de valorar las condiciones de movilidad y el impacto ambiental. «Si incumplen los accesos, lo pararemos», subrayó.
Los promotores de EstePark confían en no tener problemas en este punto y subrayan, como ejemplo, la existencia de dos amplias rotondas en sus inmediaciones. Se proyecta entre la antigua Nacional 340 y la autovía de la entrada sur de Castelló.
La idea inicial de la Generalitat y el ayuntamiento es transformar la vieja Nacional 340 en un bulevar que conjugaría el tráfico rodado con la circulación del transporte metropolitano (Tram). Este proyecto se encuentra paralizado, pero continúa en la agenda de la Generalitat. Y en este sentido, el Consell sopesa analizar de forma pormenorizada con EstePark si habrá una saturación en los accesos.
EstePark quiere inaugurarse en la segunda mitad de 2017. Ya ha comenzado las obras de urbanización, que espera que acaben en el segundo trimestre de 2016. Prevé remitir la solicitud de actividad a la Generalitat a primeros de 2016 y contar con su visto bueno en menos de un año. Ha anunciado una inversión de 20 millones por parte de un grupo inversor del sector inmobiliario europeo. El cometido de la empresa de EstePark (propietaria de los terrenos) es alquilar luego las naves del recinto a operadores interesados. Afirma que habrá unas diez cadenas, de las que la mitad serán reposiciones de la Ciudad del Transporte y el resto firmas nuevas. Esta decena de superficies se instalará en una planta baja, mientras la primera se reservará para zonas de ocio familiar y deportiva, seis restaurantes y se estudia la posibilidad de desarrollar un hotel. Serán 35.000 metros cuadrados de oferta comercial, según concretaron el viernes los portavoces de EstePark.
El director general de Comercio reiteró su rechazo a esta propuesta. «Las grandes superficies comerciales han de existir, pero discrepamos de la ubicación en la periferia, porque obliga a coger el coche y ahuyenta el consumo de los cascos urbano», afirmó Costa. Aseguró que respetará la legalidad pero remarcó que el «modelo no nos gusta». A su juicio, habría que apostar por impulsar industria, que «es lo que genera riqueza; en la superficie comercial el pastel es el que es y los nuevos operadores quitarán a otros comercios».
Costa se reunirá en dos semanas por primera vez con EstePark. Al encuentro se convocará a los medios de comunicación.
