El Ayuntamiento de Almassora ya tiene perfilado el presupuesto del próximo año cuya cifra total asciende a 21,6 millones de euros de presupuesto, de los que el consistorio destinará tan solo un 2,7 % a las inversiones reales. Así lo dieron a conocer ayer la alcaldesa de Almassora, Susanna Nicolau y la teniente de alcalde, Merche Galí.
Nicolau inició el repaso general a los nuevos presupuestos indicando que «se trata de los primeros presupuestos del nuevo equipo de gobierno, y en ellos, se ha hecho prevalecer en todo momento las cuestiones relativas a servicios sociales y la ocupación». Además, Nicolau señaló que «por primera vez contamos con la participación directa de los ciudadanos en la elección de las partidas a presupuestar. Con los 100.000 euros que destinamos a los Presupuestos Participativos conoceremos las preferencias de los vecinos y actuaremos en lo que más les interese».
Por su parte, la primera teniente de alcalde, Merche Galí repasó de forma desglosada las partidas de ingresos prevista que harán que el presupuesto final supere los 21,6 millones de euros. Galí manifestó que «del total de ingresos, cerca de 10,5 millones provienen de los impuestos directos, mientras que las transferencia corrientes se acercan a los 7 millones y las tasas y otros impuestos suponen más de 3,6 millones de euros».
Entre las principales novedades presupuestarias respecto del ejercicio de 2015, destaca el anuncio hecho por la teniente alcalde sobre la negación por parte del ayuntamiento de «solicitar créditos y préstamos bancarios que aumentarían la deuda acumulada del consistorio». Otra de las cifras que varía de forma considerable respecto este año es el de descenso de ingresos patrimoniales, que pasará de 1,4 millones de euros a 48.500 euros. Esta caída que supera el millón de euros obedece al anticipo del cómputo total de 7 anualidades correspondiente al canon del agua que el anterior equipo de gobierno solicitó a la nueva empresa concesionaria del servicio; «el Partido Popular decidió ingresar en dos años, a razón de 1,4 millones de euros en 2014 y otros 1,4 millones en 2015, lo que se debería haber dividido a partes iguales en siete años». El mayor recorte del presupuesto de 2016 se produce en el apartado de inversiones. De cerca de 1,5 millones de euros, la cifra quedará reducida a cerca de 600.000 euros. Según Galí el descenso se debe a, justamente, «la problemática del canon del agua».
En cambio, la mayor subida en cuanto a gastos corrientes se deriva de la partida de personal, ya que por ley, «el gobierno central aumenta un 1% el sueldo del funcionariado, además de que pagaremos el 50% que los funcionarios tienen todavía pendiente de cobrar de su paga extra de 2012".
Por último, tanto la alcaldesa Nicolau como la teniente de alcalde, insistieron en la amortización de la deuda del ayuntamiento, que alcanza los 5,2 millones, de los que «nos comprometemos a pagar un total de 600.000» con lo que la reducción de deuda asciende al 11,5% del total contraído hasta la fecha por el consistorio. De esta manera, los gastos financieros municipales se reducirán desde los 238.000 a poco más de 111.380.
En cuanto a los presupuestos participativos, el consistorio ha reservado una partida de 100.000 euros. Galí explicó que «si la obra elegida supera el presupuestos, intentaríamos hacer modificaciones para acometer el resto de opciones elegidas».
