Las ayudas europeas al campo no han llegado todavía a todos los beneficiarios este año y las que se han empezado a cobrar lo han hecho con retraso, un problema que en la provincia afecta, sobre todo, a la ganadería extensiva. Así lo denunció ayer el secretario general de La Unió de Llauradors i Ramaders, Ramón Mampel, en un encuentro con los periodistas en Castelló, donde realizó un balance de la situación agraria durante el último ejercicio.

Según explicó, desde hace años, los agricultores y ganaderos que se benefician de las ayudas de la Política Agraria Común (PAC) -unos 80.000 en toda la Comunitat Valenciana- cobraban el 50 por ciento sobre el 15 de octubre y el resto de la ayuda la recibían a principios del mes de diciembre. Los productores solían solicitar préstamos bancarios que iban amortizando cuando la Conselleria de Agricultura, como organismo encargado del pago de la PAC, les iba transfiriendo los importes que les correspondía durante estos dos pagos.

Sin embargo, «este año, por primera vez en muchos años», los beneficiarios no han cobrado el adelanto a mediados de octubre «y eso que se permitía pagar hasta el 75 por ciento de la ayuda, no sólo la mitad, como antes», señaló el representante de la organización agraria. La conselleria les comunicó que les pagará en «el plazo legal, que no habitual», del 1 de diciembre al 30 de junio de 2016. Unos 52.000 productores han empezado a cobrar, pero hay unos 20.000 que están a la espera de una revisión administrativa antes de la concesión de la ayuda. Estos retrasos sitúan a «muchos agricultores y ganaderos en una posición de debilidad por no poder pagar unos préstamos bancarios que tenían previstos pagar con las ayudas de la PAC, situación que provoca una descapitalización del sector y un endeudamiento», denunció. La provincia de Castelló será una de las más perjudicadas porque, según La Unió, muchos de los beneficiarios pendientes de cobrar son ganaderos de extensivo, un sector que no pasa por su mejor momento, debido a las pérdidas de años anteriores y la reducción del consumo de ternera.

La organización denunció que la conselleria no ha concretado cuándo pagará, lo que dificulta la planificación económica a los productores. «El cambio de gobierno autonómico se nota en las reuniones y el talante, pero no en los resultados», criticó Mampel.