Todos los miércoles desde hace casi 30 años, sin excusas, aunque con la excepción de los días festivos, los miembros de l'Arquet de la Vall d'Uixó se reúnen para intercambiar posturas, disfrutar de su compañía mutua, pero sobre todo planificar acciones. Tres décadas pueden parecer mucho tiempo, pero el espíritu de su creación sigue vivo y prácticamente intacto entre un grupo de personas que entienden que no hay otra alternativa para garantizar el futuro que estar del lado del planeta en el presente.
El Col·lectiu Ecopacifista L'Arquet nació con la campaña contra la integración de España en la OTAN. Esa fue su primera acción. Sus integrantes, tanto entonces como en la actualidad, califican sus objetivos y acciones como «ecologismo social», según explica una de sus integrantes, Teresa Rodrigo. Comenzaron a caminar en solitario, pero pronto se integraron en una plataforma de grupos ecologistas de Castelló para finalmente asumir el nombre de Ecologistas en Acción, que mantienen en la actualidad. Entre sus miembros hay vecinos de la Vall D'Uixó, Castelló, Xilxes, Vilavella o Fondeguilla.
Cuando quedan pocos meses para que celebren su 30º aniversario, l'Arquet cuenta con 45 socios, así como voluntarios y simpatizantes, que les acompañan en sus reivindicaciones públicas, que no son pocas. La última fue una concentración en la plaza del Centro con motivo de la Cumbre por el Clima de París, dónde aprovecharon para llamar la atención, una vez más, sobre los peligros reales del cambio climático «cuyos peores efectos en España sufriremos y no tardará, lo que tendrá muchas consecuencias, entre ellas las económicas, porque afectará seriamente al turismo», según resalta Rodrigo.
L'Arquet ha protagonizado numerosas protestas, manifestaciones y campañas reivindicativas tanto en su ciudad como allá donde tienen la oportunidad de acudir, como es el caso del Rototom. Entre sus intervenciones más relevantes se encuentran las movilizaciones contra el macro vertedero que en su día se pretendía crear en la ciudad, contra la creación de canteras, contra el problema del mercurio y su contaminación de las aguas. Pero además de estas acciones públicas de llamada de atención, los integrantes de la ONG tienen claro que la educación y la concienciación son fundamentales. «Depende de los años, pero siempre solemos organizar unas 5 o 6 charlas, invitamos a personas destacadas del mundo del ecologismo si tenemos oportunidad o aprovechamos las exposiciones itinerantes de Ecologistas en Acción», explica Teresa Rodrigo.
Durante 12 años fueron los responsables de la organización de la Fira Alternativa pero, como en todas las cosas de la vida, hay opciones más productivas o más gratificantes que otras y, posiblemente este evento cumplió su tiempo y desapareció.
Se suele pensar que el paso del tiempo puede minar algunas actividades, sobre todo cuando requieren tanta implicación como la lucha por el ecologismo activo, pero Teresa Rodrigo asegura que los compañeros de l'Arquet siguen con las mismas ganas, porque tienen una meta muy clara que todavía están lejos de conseguir.
Son conscientes de que en este país los ecologistas son considerados una minoría y para algunos un problema, pero no tienen ninguna duda sobre la necesidad de seguir con su trabajo, «porque alguien tendrá que decir cuál es la realidad, más allá de los intereses económicos o políticos». De hecho, ante las habituales acusaciones de que son personas negativas, pesimistas y un poco cenizas, ellos entienden que es más bien al contrario. «Nosotros no damos las cosas por perdidas, estamos convencidos de que todavía estamos a tiempo para hacer que las cosas cambien y por eso seguimos trabajando» señala.
Rodrigo, parafraseando a Al Gore, reconoce que hablar del cambio climático, uno de sus principales caballos de batalla, «es una verdad incómoda, pero es el problema más importante al que se enfrenta la humanidad». Precisamente en este sentido identifican uno de sus últimos éxitos, haber conseguido que el ayuntamiento de la Vall aprobara una moción para tomar medidas tendentes a disminuir las emisiones contaminantes en el municipio.
En l'Arquet saben que la conciencia de la gente en general está cambiando, «pero siguen sin actuar, el ecologismo no es prioritario», por eso consideran que su trabajo es imprescindible, y por eso, mientras el cuerpo aguante, van a seguir defendiendo al planeta de las agresiones del más desagradecido de sus moradores.
