Villarreal y Valencia parecen dos enemigos íntimos que se han visto condenados a entenderse desde que los amarillos se acostumbraron a vivir en Primera y Segunda. Así lo evidencia el abundante número de jugadores que han vestido la camiseta de ambos conjuntos en las dos últimas décadas. El último ejemplo, previo paso por el Tottenham Hotspurs, es el de Roberto Soldado. El delantero, ahora en el Villarreal, hace tres temporadas militaba en el conjunto che. Pero, desde que el Villarreal vive en las máximas categorías del fútbol español, la nómina de nombres que ha hecho este trayecto es muy amplia. Hace veinte años, en 1995, dos míticos nombres del Valencia, como Robert Fernández y Pep Serer, recalaron en un submarino que estaba en Segunda División. También hizo el mismo camino un año después Carlos Arroyo.
Ellos tres formaban parte de la plantilla del Villarreal que ascendió por primera vez a Primera en 1998. Pero, junto a ellos, había otros nombres de jóvenes promesas que habían llegado como cedidos por el Valencia. Ése fue el caso de Andrés Palop o de Quique Medina, que formaron en el once que subió en Compostela.
No fueron los únicos casos de jugadores que destacaban en filial valencianista y que jugaron cedidos en el Villarreal para tener minutos, ya fuese en Primera o en Segunda. Nombres como los de David Albelda y Miguel Ángel Angulo también vistieron la elástica del equipo castellonense, a finales de los años 90, antes de convertirse en piezas básicas del Valencia dos veces campeón de Liga.
Otro jugador de referencia de esa generación como es Francisco Javier Farinós también perteneció a la disciplina amarilla pero, en su caso, tras jugar en el Inter. El equipo italiano le cedió al Villarreal en 2003. Además, Farinós volvió al submarino para jugar entre 2012 y 2014, aunque por culpa de las lesiones su participación fue escasa.
Más allá de esta etapa de cesiones, el Villarreal también ha fichado jugadores procedentes del Valencia. Dos millones de euros gastó Fernando Roig en fichar a Carlos Marchena en 2010 y tres millones de euros costó José Enrique en 2006. Esta lista la cierran César Sánchez que, tras quedar libre en 2011, cambió el Valencia por el Villarreal, y Jaume Costa. El lateral izquierdo rescindió su contrato con los del Túria y, tras recalar en el filial amarillo, ahora se ha consolidado en el primer equipo.
Jorge López y Gerardo
Sólo dos hombres han recalado en el Valencia, procedentes del Villarreal. El primero fue Gerardo, en enero del 2000. Aunque tuvo una presencia testimonial fue titular en la final de Champions que los de Rafe Benítez perdieron ante el Real Madrid. El otro fue Jorge López, que llegó a Mestalla en 2003. En su primera año, el riojano participó en la consecución de la Liga y la Copa de la UEFA. Pero, sin Benítez en el banquillo, languideció.
