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Castelló descarta el desfile de las «magas» porque no hay tradición

Pérez Macián asegura que el acto de Valencia es consecuencia de los «gobiernos de perdedores» «Cambian tradiciones a golpe de imposición», afirma la senadora popular Salomé Pradas

Castelló descarta el desfile de las «magas» porque no hay tradición

El Ayuntamiento de Castelló descarta la organización de un desfile laico de «las tres magas» como el celebrado el domingo en Valencia «porque aquí no hay tradición», esgrimió ayer el vicealcalde, Enric Nomdedéu.

La capital del Turia recuperó el domingo un desfile que se llevó cabo en 1937, en la II República y en plena Guerra Civil, para distraer a los niños que huían de la contienda. Este acto fue promovido por la Societat Coral el Micalet. El alcalde de Valencia, Joan Ribó, recibió a las tres magas, bautizadas como «Libertad, Igualdad y Fraternidad». Nomdedéu sostuvo que la cabalgata de «tres magas» sólo se desarrolló en su momento en Valencia y que por ello no se plantean importarla a la capital de la Plana.

La cabalgata de las «tres magas» de Valencia ha generado un alud de críticas por parte del Partido Popular. A su juico, representa un ataque a las tradiciones de la Comunitat. Ayer se sumó también el PP de Castelló. «Querer cambiar tradiciones de un pueblo a golpe de imposición y con actos ridículos, qué horror», afirmó la senadora del PP por Castelló, Salomé Pradas. El portavoz adjunto del grupo municipal popular, Juan José Pérez Macián, calificó el desfile republicano de «despropósito», y señaló que este acto es «consecuencia de una situación que se produce por la existencia de gobiernos de perdedores». En su opinión, «los ciudadanos tienen que valorar si cuando votaron en las municipales deseaban lo que hay ahora».

«Una patochada»

Por su parte, la presidenta del Partido Popular en la Comunidad Valenciana, Isabel Bonig, tildó de «patochada» la cabalgata de las tres «reinas magas», al tiempo que criticó «una utilización de las tradiciones para empobrecerlas y atacar a una parte importante de la sociedad».

Para Bonig, uno puede ser creyente o no serlo, pero, según insistió, la Constitución «reconoce la libertad religiosa y tan democrático es respetar a quienes creen en una religión como a lo que no creen en ninguna». «Nuestra civilización se basa en la filosofía griega, el derecho romano y el cristianismo», insistió la presidenta del PP valenciano.

El ejecutivo de Ribo defendió la libertad de la sociedad El Micalet para organizar esta actividad. «Los tiempos de la censura ya han pasado», remarcó.

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