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Mar y montaña en Casa Bou

Santiago Bou, con su afable carácter y buen hacer culinario, siempre tiene en marcha la cocina para almuerzos, comidas y cenas con producto fresco y elaborado al momento

Mar y montaña en Casa Bou

Mejillones, pulpo y carajillo son las estrellas sin desmerecer al cordero, la ternera, el tordo, las setas, la trufa... Todo en Casa Bou, en Sant Joan de Moró. Desde hace 32 años Santiago Bou está al frente de unos fogones que no dejan de ganar fama y clientela.

«Vienen a almorzar, a comer, a merendar o a cenar». La cocina siempre está a punto para servir elaboraciones hechas al momento y preparadas al gusto exacto del cliente. Cuando llegó Levante de Castelló acababan de llegar pulpos, tellinas, sepias, anchoas... Casa Bou fundamenta su éxito en el producto fresco de proximidad, aunque sin olvidar lo mejor de cada rincón de España. Vinaròs, Peñíscola o Borriana si hablamos del mar... Vistabella o Morella de la montaña... o el aceite Virgen Extra que elaboran en la cooperativa de Sant Joan de Moró. Todo del productor al plato sin intermediarios. Marca de la casa. En Casa Bou no hay vitrina. Todo se elabora al momento, a petición del comensal.

Platos, tapas, bocatas, menús...Bou se adapta al gusto del cliente. Además de las familias y parejas, los que llegan a su mesa o a los barriles que forman su singular terraza tienen un variado ADN gastronómico y de aficiones. Cazadores, ciclistas, moteros, corredores, trialeros, ejecutivos de azulejeras...

Paella, arroz en todas sus variantes, pulpo con patatas, cebolla y trufa, mejillones con tellinas y almejas frescas, caldereta de langosta, sepia con habas... se empieza y no se acaba.

La atención es personal y a la medida del cliente. Si se acercan verán que, además de los camareros, Santiago sale de los fogones para aportar la sugerencia del chef o captar el gusto de los que se acaban de sentar. La carta de vinos empieza y no acaba. Es otro de los aspectos que valoran los clientes. Ah, y si acuden en fechas señaladas, Casa Bou puede convertirse en un terrorífico castillo de Halloween, quién sabe.

Cocina mediterránea, mar y montaña con producto de temporada. «Nuestra carta la marcan los productos de cada época», apunta el chef. En el pueblo, los vecinos y también clientes, aseguran que Casa Bou ha ayudado a poner a Sant Joan de Moró en el mapa. «Mis amigas de Castelló siempre quieren que quedemos aquí», apunta una fiel clienta. Cada año cambia la carta, y cada día el menú de la comida contiene nuevas creaciones del Chef.

Si los platos son variados, abundantes y cargados de argumentos también los son los postres. Así, de repente, de la cocina sale un tiramisú casero, flan de queso casero y profiteroles. Para remate un carajillo en el que el grado de café lo elije el cliente. Otro de los atractivos que llama a los devotos.

Anchoas, espárragos, torraetes, bocadillos, caracoles en salsa, cuajada casera, sepia rellena con habas... Y sí, el equipo de Levante de Castelló almorzó en Casa Bou, no lo vamos a ocultar. Si quieren compartir la experiencia lo tienen muy cerca y no les defraudará.

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