El Barcelona certificó su pase a los cuartos de final de la Copa del Rey frente al Espanyol, en Cornellà-El Prat, en un partido muy plácido para los azulgrana, con dos goles de Munir y con un fútbol sin alardes en el que destacaron las apariciones de Messi, el mejor del duelo.

Quizá el esquema inédito de Luis Enrique, un 4-2-3-1 con Sergi Roberto y Rakitic, frenó su inspiración habitual. El cambio de dibujo fue lo más destacable en el plano futbolístico. En lo extradeportivo, la tensión de los anteriores derbis se atenuó, aunque apareció en los minutos finales.

Fue Munir, a la media hora, el que rompió el empate con un recorte ante Bardi y sentenció, aún más, la eliminatoria. La asistencia fue del nuevo Balón de Oro, muy inspirado el argentino, con ciertas facilidades de los centrales de Galca. El Espanyol pudo cambiar el guión justo antes del descanso. Caicedo se hizo con el balón tras un error de la defensa, pero falló el uno contra uno ante Ter Stegen. Antes, el ecuatoriano vio una tarjeta amarilla por cargar con el hombro contra el meta en un saque de portería.

En la reanudación, Caicedo salió dispuesto a compensar su disparo frente al meta alemán. El internacional se mostraba ahora mucho más activo. Y más cercano al área rival. Aún así, salvo estos acercamientos, el control del Barcelona era claro. Sin grandes esfuerzos, su dominio del balón marcaba los tiempos del choque. Los pupilos de Luis Enrique ya tenían el pase a cuartos de final en el bolsillo desde hacía tiempo, pero querían irse a los vestuarios con un marcador más abultado. De ahí la mirada de Messi a Munir en el 70, cuando el argentino no recibió el balón de su compañero en zona de peligro.

Con el partido acercándose al final, un encontronazo de Álvaro con Leo Messi acabó con el azulgrana en el césped, sin consecuencias físicas ni tarjetas. Justo después Rakitic veía la amarilla y Adriano recibió su cartulina en el 84. Las revoluciones del derbi crecían.

Lemas ofensivos contra Shakira

La afición del RCD Espanyol, liderada por el sector de La Curva, recibió al FC Barcelona con varias pitadas sonoras, muchas pancartas y cánticos para caldear el ambiente previo y durante el partido de vuelta de los octavos de final de la Copa del Rey, al que se llegaba con un 4-1 de la ida en el Camp Nou, y quiso insultar a Gerard Piqué haciendo alusión a su pareja, la cantante Shakira, y también Messi ha sido foco de los lemas.

Los pericos, provocados o incentivados por las palabras de Piqué al término del partido haciendo alusión a la «Maravillosa Minoría» que representan y pidiendo que llenaran el campo, recibieron al central, que fue suplente, con gritos de «¿Dónde está Piqué?» y pancartas ofensivas hacia su pareja, Shakira, como «Shakira es de todos» o «Antonio de la Rua contigo empezó todo», en referencia al exnovio de la cantante. El Barça fue recibido con unas pancartas con alusión al origen suizo del fundador del club, Joan Gamper, y al origen catalán del Espanyol.